A su llegada a la histórica plaza de "Bab Makina", SAR la Princesa Lalla Hasnaa pasó revista a una sección de las Fuerzas Auxiliares que rendía los honores, antes de ser saludada por el ministro de Juventud, Cultura y Comunicación, Mohamed Mehdi Bensaid, el wali de la región de Fez-Mequínez, gobernador de la prefectura de Fez, Essaid Zniber, el primer vicepresidente del Consejo de la región de Fez-Mequínez, Youness Er-rafik, y el presidente del Consejo Comunal de Fez, Abdeslam Bekkali.
Su Alteza Real fue saludada también por el presidente del Consejo Municipal de Al Mechuar-Fez Yadid, Issam Filali Hammouz, y por el presidente de la Fundación "Espíritu de Fez", Abderrafia Zouitene, así como por los miembros del Consejo de Administración de la Fundación "Espíritu de Fez".
A continuación, SAR la Princesa Lalla Hasnaa acudió a la tribuna oficial donde Su Alteza Real siguió el concierto inaugural de esta edición (del 9 al 12 de junio) que, con un mapping y músicos de diferentes tradiciones, invita a viajar en músicas y en imágenes proyectadas sobre los muros seculares de Bab Makina, a través de las cinco grandes religiones del mundo: Islam, Cristianismo, Judaísmo, Budismo e Hinduismo.
Un espectáculo inaugural, bajo el lema "Voces y geometrías sagradas", que ofrece un viaje de Fez a Jerusalén, pasando por el Tíbet, el Tay Mahal, la Catedral Notre-Dame y terminando en Casablanca con la Mezquita Hassan II.
Un centenar de artistas, cantos sagrados de Marruecos pertenecientes a las tres religiones monoteístas, el qawwal indio, la danza kathak que antaño contaba los hechos de las divinidades del "sanātanadharma" (ley eterna), y los poemas budistas de Milarepa, exaltan todos una sacralidad que ha logrado sobrevivir hasta nuestros días a todas las crisis de la humanidad.
Desde la catedral gótica hasta la sinagoga hebrea, desde el mármol inmaculado de la India mongola hasta los azulejos de arcilla de las mezquitas imperiales de Marruecos, lo visible rinde homenaje a lo invisible, traza ejes verticales entre el cielo y la tierra, el cosmos y la naturaleza.
La palabra divina parece anidar en los recovecos de las piedras, a menudo iluminada por algunas manchas de luz, que se filtran a través de vidrieras o mucharabieh. Las columnas favorecen la elevación de los espíritus y el relieve del claroscuro sugiere esta sensación de regreso al Jardín del Edén.
Un paraíso arquitectónico diseñado por los artesanos del compañerismo que, con sus reglas y compases, hicieron que los ángulos rectos, los arcos, las bóvedas, las cúpulas y las ojivas se rozaran a través de una geometría y una partitura a menudo sujetas a la divina proporción.
La escenografía de esta velada inaugural, concebida y dirigida por Alain Weber, dio protagonismo a un grupo de artistas de renombre, entre ellos Françoise Atlan, que es el eslabón perdido de un Mediterráneo habitado por esta multitud de corrientes musicales, fruto de las más extraordinarias migraciones, y cuya expresión vocal es un cruce de la historia judeo-árabe y bereber.
Se trata también de la compañía española de danza vertical "Delrevés", que ha creado un lenguaje poético en el que el gesto se santifica, el Coro de Cámara de Marruecos dirigido por Amine Hadef, Lobsang Chonzor (Tíbet), que es la única encarnación del poeta, el asceta y el maestro espiritual de una leyenda iniciática, y de la Academia de Kathak y Anuj Arjun Mishra Dance Company (India).
Empezando por el reloj hidráulico, la Bouinaniyya, que marcaba el ritmo del tiempo de Fez, las voces celebran así la majestuosidad de los rosetones medievales, como el de Notre-Dame, conocido como la "rosa de los rayos" (1250).
Al final de este concierto inaugural, SAR la Princesa Lalla Hasnaa fue saludada por miembros de la creación artística del espectáculo inaugural.