En este mensaje, el Soberano afirma haberse enterado con gran tristeza y profunda emoción de la noticia del fallecimiento de esta historiadora que dedicó sus investigaciones a las relaciones entre España y Marruecos, un tema al que la difunta consagró la mayor parte de sus profundos estudios, que trató desde la más absoluta imparcialidad, lo que siempre le granjeó el respeto de sus colegas, tanto españoles como extranjeros.
Con la desaparición de Doña Rosa De Madariaga, la investigación histórica pierde a una de sus voces más autorizadas y mejor informadas de la realidad histórica de las relaciones entre Marruecos y España, particularmente en la primera mitad del siglo XX.
Con esta dolorosa ocasión, SM el Rey transmite su más sentido pésame a la familia y allegados de la finada, aportándoles el mejor de sus consuelos, implorando a Dios Todopoderoso que la acoja en su inmensa misericordia.