"La importancia de este proyecto es el desarrollo de una infraestructura regional de gas en beneficio de todos los países que atravesará este gasoducto, porque haría tres cosas. En primer lugar, consolidar los pequeños mercados de todos estos países que, por sí solos, no tienen la masa crítica para desarrollar una infraestructura de gas para su propio mercado", explicó Maamar en una entrevista con la MAP.
Se trata de poner en común la suma de los pequeños mercados para hacer una masa crítica que justifique la movilización de la financiación, detalló, subrayando que se trata de introducir una molécula de gas natural en el mix energético de cada uno de estos países, una energía a menor coste para poder abastecer al sector eléctrico y al sector industrial y, a su vez, tener un impacto inmediato en el desarrollo de cada uno de estos países.
El segundo elemento, más importante, es que "al desarrollar una infraestructura de esta naturaleza, estamos dando a cada uno de estos países una oportunidad extraordinaria de desarrollar su propio potencial geológico", señaló, precisando que una infraestructura de transporte de gas que pasara por estos países convertiría estos yacimientos en "marginales" de los yacimientos "económicos" y contribuiría a su desarrollo, además de aumentar los esfuerzos de exploración de las cuencas geológicas de cada uno de los países de tránsito.
El tercer aspecto son los beneficios financieros y fiscales para los países de tránsito, que recibirán una tasa de tránsito como todos los gasoductos y oleoductos transfronterizos, explicó.
Marruecos ha alcanzado una masa crítica y un umbral de madurez económica en el que la diversificación de los recursos de suministro energético contribuirá a su seguridad de abastecimiento.
Al referirse al suministro de recursos energéticos en Europa, el especialista indicó que el Viejo Continente siempre ha planteado el problema de su seguridad energética.
España o la Península Ibérica, por ejemplo, que es una isla de gas, está a su vez muy mal conectada con el resto de Europa, y a la luz de lo que ha sucedido recientemente en el continente, se ha agudizado el problema de la dependencia energética y, más precisamente, de deshacerse de esta dependencia energética, analizó.
España se ha dado cuenta en los últimos años de que es importante deshacerse de su dependencia energética, de una única fuente de gas, de un único proveedor, lo que significa que la credibilidad de un socio a largo plazo también es una cuestión, añadió.
En cuanto a la viabilidad del proyecto, Maamar confirmó que el proyecto es perfectamente viable desde el punto de vista técnico, sosteniendo que no hay obstáculos ni limitaciones técnicas para su realización.
En cuanto a la financiación, señaló que la estructuración de esta operación es parte del reto, insistiendo en que "este proyecto sólo puede ver la luz si se estructura de manera que atraiga a los donantes internacionales, dada la magnitud de la financiación necesaria".