En un comunicado publicado a raíz de las informaciones difundidas en las redes sociales sobre las circunstancias de la muerte del llamado Yassine Chibli durante su detención en el centro de policía dependiente del distrito provincial de seguridad de Benguerir, el procurador general del Rey indicó que una investigación fue abierta por la Brigada Nacional de la Policía Judicial de Casablanca, siguiendo instrucciones del Ministerio Público y bajo su supervisión.
La investigación reveló que el acusado fue detenido el 05/10/2022 por embriaguez en la vía pública, obstruir la circulación de las personas y revuelo, precisa la misma fuente, señalando que se procedió a la audición de todos los elementos policiales que lo detuvieron y lo pusieron en la celda de custodia, así como de los encargados de vigilar esta celda, que declararon que el difunto se encontraba en una situación anormal y se resistía en el momento de su detención y traslado a las dependencias policiales, donde profirió insultos e injurias contra los policías.
El acusado agredió también a un policía y escupió en la cara de otro, lo que les llevó a abofetearle, mientras que un elemento de los servicios de policía encargado de vigilar las celdas afirmó que intervino para calmar al acusado golpeándole en el pie por detrás, tras el caos y el alboroto que creó dentro de la celda cuando había insultado a las personas puestas bajo custodia.
En este sentido, se escuchó a seis personas cuya presencia coincidió con la detención del fallecido. Cinco de ellos confirmaron que el difunto estaba solo en su celda en un estado de histeria y profería insultos y amenazas contra los policías y los detenidos.
Las mismas personas afirmaron no haber visto a ningún policía haciéndole daño. En cuanto a la sexta persona escuchada, indicó que el acusado era agresivo, lo que corrobora las declaraciones de uno de los agentes encargados de vigilar a las personas detenidas.
Para comprobar la veracidad de estas informaciones, se visionaron las grabaciones de las cámaras de vigilancia fijas y móviles, que cubrían el circuito seguido por la persona desde su detención, pasando por la entrada de la guardia, su sede y el pasillo que lleva a a las celdas, así como las grabaciones de la cámara colocada en la celda donde se encontraba.
Resultó que estaba histérico debido a su avanzado estado de embriaguez y que había mostrado una violenta resistencia durante su detención.
Estas grabaciones mostraron que el difunto se encontraba en un estado histérico debido a su avanzado estado de embriaguez y que había opuesto una feroz resistencia durante su detención, ya que había agredido al agente de guardia, y cuando estaba en la celda, gritaba e insultaba a la policía, golpeando la pared y la puerta de hierro con el pie y el torso, y a medida que pasaba el tiempo ya no podía mantener su equilibrio, ya que se tambaleaba y caía repetidamente de bruces y con la nuca sobre el duro suelo de la celda.
Posteriormente, sufrió fuertes vómitos. Trasladado a urgencias, se negó a la inyección prescrita tras el examen por el médico de guardia para parar los vómitos, a pesar de los intentos por convencerle, según las declaraciones de las dos enfermeras y de los policías que le acompañaban, agrega la misma fuente.
Paralelamente a la investigación en curso sobre este asunto, el Ministerio Público ordenó la realización de una autopsia al cuerpo del fallecido, que fue encomendada a un comité médico tripartito para dilucidar las causas de la muerte, la naturaleza de los golpes y las heridas y su relación con el fallecimiento, prosiguió el Ministerio Público.
El informe de la autopsia concluyó que la causa de la muerte fue una asfixia asociada a múltiples hematomas, traumatismos faciales, contusiones en la cabeza, congestión cerebral acompañada de traumatismo en la columna cervical, todo ello como consecuencia de las frecuentes caídas relacionadas con la pérdida de equilibrio debido a su avanzado estado de embriaguez.
Sobre la base de estos datos, la investigación dedujo que la muerte del fallecido no fue provocada en modo alguno por las circunstancias de su detención o de su traslado al centro pode policía, ni por las bofetadas que recibió de los citados policías, sino que fue inducida por los hematomas que se infligió al caerse varias veces y golpearse contra el duro suelo de la celda debido a su estado histérico.
En vista de lo anterior, se presentaron ante este Ministerio cuatro agentes de policía y se solicitó la apertura de una investigación, en virtud de los principios derogatorios de la jurisdicción, contra uno de estos agentes, que tenía la condición de oficial de policía judicial, presuntamente culpable de actos de violencia en el ejercicio de sus funciones hacia una persona y de homicidio involuntario provocado por la falta de vigilancia, la imprudencia y la negligencia, indica la misma fuente, señalando que se ha solicitado el ingreso en prisión de este agente.
Tras someter al acusado a un interrogatorio preliminar, el juez de instrucción ordenó su ingreso en prisión en el marco de este caso, mientras que los demás elementos fueron remitidos al procurador del Rey ante el Tribunal de Primera Instancia de Benguerir, por respeto a la jurisdicción.
Este último decidió a su vez procesar bajo arresto a dos elementos, presuntos autores de actos de violencia contra una persona durante el ejercicio de sus funciones, y de homicidio involuntario por falta de vigilancia, imprudencia y negligencia, subraya el comunicado, señalando que el procurador del Rey ante el Tribunal de Primera Instancia de Benguerir decidió procesar bajo libertad al tercer elemento sospechoso de cometer el delito de provocar un homicidio involuntario por falta de vigilancia, imprudencia y negligencia.
Se decidió llevar todos estos elementos ante el tribunal para que sean juzgados de acuerdo con la ley, subraya la misma fuente, afirmando que el Ministerio Público velará por la estricta aplicación de la ley en este caso.