Marruecos, que ha desarrollado infraestructuras de nivel mundial, ha reforzado sus industrias tradicionales, en particular la agroindustria, el textil y el turismo, haciéndolas cada vez más competitivas, pero también ha creado sectores florecientes, como la industria automovilística y aeronáutica, destacó Jazouli en la apertura de un encuentro empresarial de alto nivel bajo el lema "Invertir en Marruecos para una prosperidad común".
"Con más de 50 acuerdos de libre comercio en vigor, Marruecos ofrece acceso a un mercado de consumo de 2.500 millones de personas", señaló el ministro delegado, precisando que la joven y talentosa mano de obra marroquí está "perfectamente capacitada para satisfacer las demandas del mercado laboral".
"Pionero en la transición verde, Marruecos se enorgullece de ser el primer productor de energías renovables del continente africano'', añadió Jazouli, durante este encuentro organizado por el Ministerio de Inversión, Convergencia y Evaluación de las Políticas Públicas (MICEPP), la Agencia Marroquí para el Desarrollo de las Inversiones y las Exportaciones (AMDIE) y los Centros Regionales de Inversión de Rabat-Salé-Kenitra, Tánger-Tetuán-Alhucemas y Marrakech-Safi.
Situado en la encrucijada del Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, Marruecos evoluciona de forma natural como "centro regional de inversión y sirve de puerta de entrada a África", dijo, señalando que el Reino está entrando en "una nueva fase de desarrollo, centrada en atraer la inversión privada".
"Nuestros objetivos son lograr un crecimiento de mayor calidad, generar oportunidades de empleo y fomentar la creación de riqueza", resaltó Jazouli, precisando que para facilitar esta visión, Marruecos adoptó recientemente una innovadora Carta de Inversiones.
Esta nueva Carta, que ya ha reforzado la gobernanza de la inversión, mejorará aún más el clima empresarial, facilitará los procedimientos de inversión y proporcionará un apoyo sustancial a los proyectos de inversión, dijo, destacando que esta Carta allanará el camino para un crecimiento económico significativo, que será a la vez sostenible e inclusivo.
En este sentido, Jazouli instó a los operadores económicos españoles a aprovechar este impulso e implicarse con él.
"Las relaciones políticas entre Marruecos y España han forjado fuertes lazos económicos", indicó el ministro delegado, recordando que España es a la vez el primer proveedor y el primer cliente de Marruecos, mientras que el Reino es el segundo socio económico no europeo y el primer socio africano de España.
"Los intercambios comerciales entre nuestros dos países han alcanzado casi 20.000 millones de euros, lo que representa una tasa de crecimiento increíble. En los últimos 20 años, hemos multiplicado colectivamente por 5 los intercambios comerciales y debemos velar por que esta tendencia siga siendo sólida", precisó.
Sin embargo, sostuvo Jazouli, existe un importante margen de mejora en términos de inversión, recordando que España es actualmente el quinto inversor extranjero en Marruecos, con unas inversiones que alcanzaron unos modestos 200 millones de euros el año pasado.
"Si algunos atribuyen esta situación a una percepción de competencia entre nuestros países, otros reconocen los activos comunes y la complementariedad que existen entre Marruecos y España", prosiguió, declarándose "convencido de que nuestra asociación presenta una notable sinergia".
En este sentido, Jazouli consideró que "es necesario profundizar en nuestra cooperación, reconociendo el potencial de alineación de nuestras cadenas de valor y capitalizando las sinergias que existen entre nuestros países".
"A ambos países les esperan muchas oportunidades de negocio, especialmente en sectores como la automoción, el textil y la agroindustria. Estos sectores son terreno fértil para la colaboración y el crecimiento'', afirmó el ministro delegado.
"El horizonte futuro está lleno de oportunidades y, trabajando juntos, alcanzaremos sin duda una prosperidad compartida'', concluyó Jazouli.