En este mensaje, SM el Rey afirma haber recibido con profunda aflicción e inmensa tristeza la noticia del fallecimiento del difunto Mohamed Moatassim, implorando al Todopoderoso que le acepte entre los fieles virtuosos y le acoja en su vasto paraíso.
En esta dolorosa circunstancia, el Soberano expresa a los padres del difunto Mohamed Moatassim, a su viuda Nabila, a sus hijos Issam y Sara, y a todos los miembros de su familia, así como a sus allegados, amigos y admiradores, sus profundas condolencias y sinceros sentimientos de compasión tras esta cruel pérdida, siendo imparable la voluntad divina, rogando al Altísimo que les conceda paciencia y consuelo.
El mensaje subraya que el fallecimiento del difunto Mohamed Moatassim es una gran pérdida no sólo para su familia, sino también para su patria, que ha perdido en él a un gran y fiel servidor del Estado, que consagró su vida al servicio de su país, con dedicación y abnegación, demostrando un apego inquebrantable al Glorioso Trono Alauita, y a las constantes y sacralidades de la Nación.
Con esta ocasión, SM el Rey dice recordar, con gran estima y consideración, las grandes cualidades humanas y el reconocido patriotismo del difunto, así como sus finas capacidades intelectuales y académicas y la gran perspicacia en los ámbitos político y constitucional que demostró en los diversos altos cargos que ocupó con gran competencia, "Fiel a nuestro Trono y a nuestras eternas Constantes, tanto bajo el reinado de nuestro venerado padre el difunto Su Majestad el Rey Hassan II, que Dios tenga su alma en su santa misericordia, como en calidad de fiel Consejero de Nuestra Majestad".
"Al compartir vuestro dolor por esta pérdida cruel e inevitable, expresamos una vez más Nuestras profundas condolencias, Nuestros sinceros sentimientos de compasión y Nuestra constante Alta solicitud y benevolencia, y rogamos al Altísimo que conceda la mejor de las retribuciones al difunto como recompensa por sus loables actos al servicio de su patria y de su Rey", añadió el Soberano, implorando al Todopoderoso que acoja al difunto en Su vasto paraíso entre los profetas, los veraces, los mártires y los virtuosos.