He aquí el texto íntegro del Mensaje Real leído por el ministro de Habices y Asuntos Islámicos, Ahmed Toufiq, con motivo de la salida del primer grupo de los peregrinos, este jueves desde el aeropuerto de Rabat-Salé:
“Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros,
Virtuosas peregrinas y virtuosos peregrinos,
Que Dios os proteja y guarde.
El saludo, la misericordia y las bendiciones de Dios sean con vosotros.
Es para Nuestra Majestad un motivo de felicidad, en tanto que Emir de los Creyentes y Protector de la fe y de la religión en nuestro noble país, dirigirnos al primer grupo de Nuestros distinguidos peregrinos y peregrinas de este año, con Nuestras felicitaciones por haber sido bendecidos por el Todopoderoso para cumplir el pilar de la peregrinación en este año, compartiendo con todos vosotros los sentimientos que guardáis hacia esos lugares sagrados y por la visita al santo sepulcro de nuestro Honrado Profeta, el mejor ser de la humanidad, Nuestro Abuelo Elegido, que las más puras oraciones y la paz sean con él, implorando a Dios Altísimo y Todopoderoso que acepte vuestros rituales, cumpla vuestras esperanzas, responda a vuestras oraciones y complete sus bendiciones sobre vosotros, regresando sanos y salvos a vuestra patria. Él es el Oyente y el Respondedor.
Efectivamente, Nos dirigimos a vosotros movidos por nuestra constante preocupación por la preservación de las santidades religiosas y manifestando Nuestro máximo deseo de que representéis a vuestro país, el Reino de Marruecos, en la gran temporada de la peregrinación, de la mejor manera, engalanados con los ideales del Islam, de fraternidad sincera, tolerancia integral y solidaridad efectiva, y recordándoos -que recordar beneficia a los creyentes- lo que se debe hacer siendo obedientes a las palabras de Dios Todopoderoso: “La peregrinación tiene lugar durante meses concretos, así que quienquiera que se imponga la peregrinación en ellos, ha de evitar la obscenidad, la inmoralidad y las disputas durante la peregrinación; cualquier bien que hagáis, Dios lo sabe, habéis de tomar vuestras provisiones; porque la mejor provisión es la piedad, y temedme, oh gente de entendimiento”.
Así pues, - que Dios os proteja - mientras estéis en las tierras santas durante los días de la peregrinación, procurad llevar a cabo vuestros rituales, con todo cuanto comportan como elementos básicos, optativos y facultativos, y que no pase ni un solo momento de vuestro valioso tiempo sin que oréis y roguéis la concesión del perdón, invocando e implorando la satisfacción divina para que podáis alcanzar lo que Dios ha prometido a los creyentes como recompensa por realizar la peregrinación aceptada, y en confirmación de Sus palabras que la paz y las bendiciones sean con él: “El peregrinaje aceptado no tiene otra recompensa sino el Paraíso”.
Virtuosas peregrinas y virtuosos peregrinos,
Bien sabéis, Dios os proteja, que para cumplir la obligación de la peregrinación, con todo lo que ello supone como parada en los lugares indicados y traslado entre determinados lugares sagrados, habéis de conocer los pilares, los deberes y la tradición del Profeta, que constituyen este pilar del Islam cuyos requerimientos de cumplimiento indudablemente conocéis. Por otra parte, se os exige el respeto de las disposiciones y medidas establecidas por el Ministerio de Habices y Asuntos Islámicos, con el fin de brindaros las condiciones para vuestra comodidad en los santos lugares, tanto a la ida como a la vuelta, permitiéndoos el cumplimiento de vuestros rituales en las mejores condiciones, gracias al personal polivalente que os acompañará a partir de la salida de vuestro país hasta el regreso al mismo. Se trata de alfaquís, orientadores y consejeros, de ambos sexos, así como de médicos y enfermeros, también de ambos sexos. Todo este personal sanitario velará por vuestra salud. Habrá igualmente administradores que estarán de guardia las veinticuatro horas del día para prestar los servicios necesarios que nuestros peregrinos necesiten en cada momento.
En este sentido, bien conocéis los requerimientos para el cumplimiento de la peregrinación en aquellas tierras sagradas, como atenerse a las medidas organizativas adoptadas por las autoridades competentes en el hermano Reino de Arabia Saudí, proporcionando a los huéspedes del Señor todos los motivos de tranquilidad, para que la temporada de la peregrinación se lleve a cabo en un clima de orden, seguridad y protección, bajo las altas directivas de Nuestro queridísimo y honorable Hermano, el Servidor de las Dos Santos Lugares, el Rey Salman bin Abdulaziz del Reino de Arabia Saudí, que Dios le conceda salud y larga vida, constantemente apoyado por su Príncipe Heredero, nuestro muy querido y honorable hermano, Su Alteza Real el Príncipe Mohammed bin Salman, Viceprimer Ministro, Dios lo proteja y dé larga vida. En este contexto, queremos expresar Nuestro profundo orgullo y Nuestros mayores elogios por las relaciones fraternales que unen a nuestros dos Reinos y pueblos hermanos.
Virtuosas peregrinas y virtuosos peregrinos,
Es necesario recordaros, ya que recordar beneficia a los creyentes, que del mismo modo que habéis de representar, en esta gran temporada, los ideales islámicos de rectitud, buen trato, solidaridad y sinceridad, al dirigiros con vuestras oraciones a Dios, el Señor de los Mundos, debéis representar igualmente a vuestro país, Marruecos, encarnando su atávica civilización, que, a lo largo de la historia, distinguió a nuestros antepasados, en cuanto a unidad, cohesión y aferramiento a las constantes religiosas y nacionales, se refiere, sobre la base del término medio, la moderación y la unidad doctrinal. Así pues, habéis de ser embajadores de vuestro país, ofreciendo esta resplandeciente imagen civilizadora, conscientes de que, gracias a estos valores constantes, nuestro país goza de seguridad y estabilidad, prosiguiendo sus victoriosas marchas, bajo nuestra sabia conducción, hacia un mayor progreso y prosperidad.
Cuando estéis en estos imponentes lugares, especialmente durante la parada del monte Arafat, no olvidéis el deber de formular ruegos por vuestro Rey, que vela por vuestra tranquilidad, seguridad y unidad de vuestra patria, desarrollando los diferentes ámbitos vitales que os conciernen. Rogad a Dios Todopoderoso que Nos dé permanente victoria y apoyo en todo lo que emprendemos, así como plena salud y bienestar a Nuestra Majestad y a Nuestra Honorable Familia Real. Que Nuestro Príncipe Heredero, Su Alteza Real, el honorable Príncipe Muley Al Hassan, sea siempre una fuente de alegría y satisfacción, y que Dios Todopoderoso rodee con su perdón y bendición a Nuestro Venerado Abuelo, Su Majestad el Rey Mohammed V, y a Nuestro Augusto Padre, Su Majestad el Rey Hassan II, aportándoles la mejor de las recompensas, y rodee a nuestro país con toda su protección y cuidado.
Virtuosas peregrinas y Virtuosos peregrinos,
Sin lugar a dudas, esperáis cumplir vuestros anhelos espirituales durante esta gran temporada, visitando la Mezquita del Noble Profeta en Medina, deteniéndoos con toda reverencia y respeto ante la noble tumba del último de los profetas y mensajeros, nuestro abuelo Elegido, la paz y las bendiciones sean con Él.
Recordad, que Dios guíe vuestros pasos, la humildad, la devoción y la reverencia que se requieren al estar ante la tumba del Profeta de la misericordia y de la gracia, a fin de ganar la recompensa que Dios prometió a todo aquel que dedica oraciones y saludos a nuestro Profeta, la paz y las bendiciones sean sobre él, cuando dijo: “Quien ora por mí una vez, Dios lo hará por él diez veces”.
Cuando atraveséis cualquiera de estos honorables lugares y estéis inmersos en estos momentos de pureza espiritual, no olvidéis de formular la mejor de las oraciones por vuestro Rey, que vela por vuestra seguridad y prosperidad, así como por la unidad, soberanía y dignidad de vuestro país, colocándolo en el lugar que le corresponde dentro de su entorno regional y su mundo islámico.
Para concluir, queremos expresaros nuevamente, ¡oh virtuosas peregrinas y virtuosos peregrinos!, nuestro ruego a Dios el Altísimo para que tengáis una buena temporada de peregrinación, obteniendo la mejor recompensa y respuesta a vuestras jaculatorias y regresando sanos y salvos a vuestra patria. El Todopoderoso es capaz de hacer todo lo que quiere y es digno de responder.
Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh".