“La próxima etapa requiere, de todos nosotros, una mayor movilización y vigilancia para seguir afianzando la posición de nuestro país, dar a conocer la justicia de nuestra causa y hacer frente a las maniobras de nuestros enemigos”, afirmó el Soberano, hoy viernes, en Su discurso en la apertura de la primera sesión del cuarto año legislativo de la undécima Legislatura.
Este positivo desarrollo constituye una victoria de la verdad y de la legitimidad, a la vez que representa un reconocimiento de los derechos históricos de Marruecos, sobre todo al proceder de una gran potencia, miembro permanente del Consejo de Seguridad y actor influyente en la escena internacional. Además, Francia conoce perfectamente la realidad y trasfondo de este diferendo regional.
En efecto, y en el contexto de la evolución positiva que experimenta la cuestión del Sáhara marroquí, marcada por el reconocimiento de los derechos históricos de Marruecos por países influyentes, como los Estados Unidos de América, Francia y España, Su Majestad el Rey subrayó que habrá que explicar los fundamentos de la posición marroquí sobre esta cuestión a “los pocos países que siguen yendo en contra de la lógica de la verdad y de la historia, obrando por su persuasión con las pruebas y argumentos jurídicos, políticos, históricos y espirituales que confirman la legitimidad de la marroquidad del Sáhara”.
Esto requiere la conjunción de los esfuerzos de todas las instituciones e instancias nacionales, tanto las oficiales como las pertenecientes a los partidos políticos y a la sociedad civil, reforzando la coordinación entre todas ellas, a fin de aportar la debida eficiencia a las acciones que llevan a cabo.
El Soberano, quien había afirmado, desde Su acceso al Trono, Su firme intención de pasar de la fase de gestión propiamente dicha a una dinámica de cambio que se desplegaría tanto interna como externamente y abarcaría todos los aspectos del expediente, explicó que esta dinámica “requiere la conjunción de los esfuerzos de todas las instituciones e instancias nacionales, tanto las oficiales como las pertenecientes a los partidos políticos y a la sociedad civil, reforzando la coordinación entre todas ellas, a fin de aportar la debida eficiencia a las acciones que llevan a cabo”.
Recordando el influyente papel que desempaña la diplomacia parlamentaria y de partidos para recabar el mayor reconocimiento a la marroquidad del Sáhara y el amplio apoyo a la iniciativa de autonomía como solución única a este diferendo regional, Su Majestad el Rey llamó a una mayor coordinación entre las dos Cámaras del parlamento en este sentido.
A este respecto, el Soberano instó a la institución legislativa al establecimiento de estructuras internas adecuadas, dotadas de recursos humanos cualificados, adoptando los criterios de competencia y especialización en la elección de las delegaciones destinadas tanto para los encuentros bilaterales como para los foros regionales e internacionales
Su Majestad el Rey, quien había llamado también a salir del enfoque puramente reactivo y pasar a una lógica de toma de iniciativa, de firmeza y de proactividad, resaltó la labor determinada y serena cumplida durante años, empleando todos los medios disponibles, a pesar de un contexto internacional difícil y complejo, a fin de dar a conocer “la justicia de la posición de nuestro país así como nuestros legítimos derechos históricos sobre nuestro Sáhara”.
“Hoy, gracias a Dios, la verdad ha aparecido; la verdad siempre prevalece: las causas justas siempre triunfan”, afirmó el Soberano.
El Soberano reafirmó también que “Marruecos mantendrá firmemente su posición, fiel a la vía de apertura sobre su entrono magrebí y regional, en contribución a la realización del desarrollo compartido, la seguridad y la estabilidad de los pueblos de la región”.