La resolución llama a todas las partes a cooperar plenamente con el Secretario General de la ONU para lograr una solución política a este contencioso regional sobre la base de las resoluciones del Consejo de Seguridad desde 2007.
Así, apoya el proceso político basado en las resoluciones del Consejo de Seguridad adoptadas desde 2007, con vistas a alcanzar una «solución política justa, duradera y mutuamente aceptable» a la cuestión del Sáhara marroquí.
El documento, adoptado el jueves, elogia los esfuerzos realizados en este sentido, e invita a todas las partes a cooperar plenamente con el Secretario General, y entre sí, para llegar a una «solución política mutuamente aceptable».
Esta resolución, al igual que sus predecesoras y las adoptadas por el Consejo de Seguridad en las dos últimas décadas, no hace mención alguna al referéndum, que está muerto y enterrado por el Secretario General de la ONU, la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de la ONU.
La Asamblea General de la ONU también se congratula, en esta resolución, de que las partes estén comprometidas con seguir haciendo gala de voluntad política y trabajar en un ambiente propicio al diálogo, sobre la base de los esfuerzos realizados y de los avances registrados desde 2006, garantizando así la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad desde 2007.
Cabe señalar que la única novedad en el proceso político desde 2006 es la presentación por Marruecos de la iniciativa de autonomía el 11 de abril de 2007.
En este sentido, la resolución apoya las resoluciones del Consejo de Seguridad desde 2007, que han consagrado la preeminencia de la iniciativa de autonomía presentada por Marruecos, ensalzada por el Órgano Ejecutivo y toda la comunidad internacional como una iniciativa seria y creíble para el arreglo definitivo de este contencioso regional en el marco de la soberanía y la integridad territorial del Reino.
El texto apoya asimismo las recomendaciones de las resoluciones 2440, 2468, 2494, 2548, 2602, 2654 y 2703, adoptadas a finales de octubre de 2023, que determinan los parámetros de la solución del contencioso regional sobre el Sáhara marroquí, a saber, una solución política, realista, pragmática, duradera y basada en el compromiso.
Las resoluciones 2440, 2468, 2494, 2548, 2602, 2654 y 2703 consagraron el proceso de las mesas redondas y definieron, de una vez por todas, a sus cuatro participantes, a saber, Marruecos, Argelia, Mauritania y el «polisario». Las resoluciones 2440, 2468, 2494, 2548, 2602, 2654 y 2703 mencionan a Argelia, junto con Marruecos, en cinco ocasiones, reafirmando así el papel de Argelia como parte principal en este contencioso regional.
Asimismo, estas resoluciones del Consejo de Seguridad saludan las medidas e iniciativas tomadas por Marruecos para promover y proteger los derechos humanos en sus provincias del Sur, y el papel desempeñado por las Comisiones del Consejo Nacional de Derechos Humanos en Laayún y Dajla, así como la interacción de Marruecos con los mecanismos del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
También reiteran la petición del órgano ejecutivo de la ONU para el censo de la población de los campamentos de Tinduf, y exigen el despliegue de los esfuerzos necesarios para ello. Esta resolución de la 4ª Comisión de la Asamblea General no se refiere en absoluto a una supuesta guerra imaginaria que Argelia y su títere «polisario» pretenden que existe en el Sáhara marroquí.
Así, después del Consejo de Seguridad, la Comisión desenmascara, a su vez, las mentiras e invenciones de Argelia y el «polisario» sobre la situación en el Sáhara marroquí, marcada por la paz, la estabilidad y el desarrollo a todos los niveles.