En un momento en que el contexto geopolítico exige soluciones globales y una cooperación reforzada, Amrani subrayó “la importancia crucial de esta asociación estratégica bilateral con Estados Unidos para la estabilidad regional y el florecimiento transversal de una diplomacia proactiva, que no sólo promueve un desarrollo inclusivo, sino también un crecimiento sostenible, compartido y mutuamente beneficioso al servicio de todos los actores implicados”.
“Aunque esta relación está enriquecida por muchos hitos históricos, extrae su esencia de una convergencia de intereses y de una voluntad común e inmutable de abordar juntos los retos globales”, afirmó el embajador en esta entrevista con el medio especialmente seguido por el microcosmos de think tanks y otras instituciones políticas estadounidenses.
Añadió que el horizonte de la interacción política, diplomática y económica entre los dos países “se amplía naturalmente, impulsado como está por un apetito creciente a ambos lados del Atlántico de ver cada vez más sustancia y contenido catalizando nuestra marcha conjunta hacia un mayor progreso, innovación y cooperación activa”.
Dirigiéndose a lectores compuestos por inversores y jefes en sus respectivos sectores, el diplomático detalló las numerosas ventajas de invertir en Marruecos, calificando el Reino de “un trampolín ideal para la expansión internacional y una puerta de entrada a un mercado de más de 2.300 millones de consumidores en África, Europa y más allá”.
Señaló que los análisis demuestran, con cifras, que invertir en Marruecos es una opción “segura, rentable y muy ventajosa” para las empresas que quieren aprovechar al máximo un mercado interior dinámico y oportunidades de crecimiento aún mayores en el continente africano y en la vecina Europa.
Destacando las ventajas del Reino, en particular sus infraestructuras de categoría mundial, como el puerto de Dajla, y su estabilidad política, el embajador subrayó que estos logros estructurantes, complementados por reformas económicas audaces y un clima propicio a la inversión, son incentivos notables que han sido ampliamente señalados a nivel internacional tanto por los inversores como por un amplio abanico de proveedores de fondos e instituciones financieras internacionales.
Gracias a la visión de Su Majestad el Rey Mohammed VI, Marruecos se está posicionando como una plataforma clave en la economía mundial, cumpliendo las normas internacionales más exigentes, al tiempo que se beneficia de una mano de obra cualificada y multilingüe, un ecosistema integrado en sectores de vanguardia y un atractivo sólo igualado por el impulso de la transformación estructural de su tejido económico nacional, subrayó Amrani.