Por universales que sean, las problemáticas vinculadas al agua, y a las incertidumbres que lo acompañan, como los cambios climáticos, constituyen un gran desafío para los países mediterráneos, las zonas de transición géo-climática predispuestas a las diversas vulnerabilidades, particularmente la penuria de agua, afirmó SAR la Princesa Lalla Hasna, en la apertura del Simposio internacional sobre el agua y las zonas húmedas en esta región.
Ante unos 200 congresistas reunidos durante este encuentro, colocado bajo el Alto patrocinio de SM el Rey Mohammed VI, Su Alteza Real abogó por soluciones innovadoras e inteligentes al imperativo de dedicar bastantes recursos hídricos para las necesidades de desarrollo, particularmente respecto a los desafíos vinculados a la extensión urbanística, al desarrollo demográfico, a los cambios climáticos, a la contaminación, y a las presiones sobre el litoral.
SAR la Princesa Lalla Hasna consideró a este respecto que incumbe a los países de la región mediterránea favorecer la cooperación y el partenariado para garantizar la conservación y la durabilidad de los recursos hídricos.
Tratándose de las zonas húmedas, ecosistemas frágiles convertidos en más vulnerables por una explotación de sus recursos naturales más allá del nivel de su renovación, Su Alteza Real subrayó que el gran desafío consiste hoy en día en asegurar la coherencia entre las elecciones estratégicas de conservación y de desarrollo de los recursos de estos espacios y las necesidades diarias y los intereses inmediatos.
Frente a estos retos complejos, Marruecos despliega esfuerzos continuos con vistas a conciliar las exigencias del desarrollo económico y humano con la preocupación permanente de conservar y proteger su biodiversidad, aseguró, por otro lado, la Presidenta de la Fundación Mohammed VI para la protección del medio ambiente.
Las cuestiones medioambientales constituyen para nosotros una preocupación central y están integradas en nuestros programas de desarrollo, precisó Su Alteza Real, recordando la política pionera y anticipada del Reino en materia de movilización de los recursos hídricos.
En lo que se refiere a las zonas húmedas, Marruecos se distingue por la riqueza de estos ecosistemas, entre los cual 84 han sido clasificadas sitios de interés biológico y ecológico, por el plan director de las áreas protegidas y 24 han sido inscritas como sitio Ramsar. Cubriendo más de 200.000 hectáreas, estas zonas albergan más de 700 especies de vegetales vasculares y más de 1400 especies de vertebrados.
Al ratificar el Convenio de Ramsar en 1980, Marruecos se comprometió, añadió Su Alteza Real, a obrar por la restauración, la protección y la gestión racional de estos ecosistemas.