He aquí el texto íntegro del discurso Real:
"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor enviado de Dios, su familia y compañeros
Señor Presidente D. Denis SASSOU-NGUESSO, Presidente de la República del Congo,
Señor Presidente D. Paul KAGAME, Presidente en ejercicio de la Unión Africana,
Excelencias, Señores Jefes de Estado y de Gobierno,
Señor Presidente de la Comisión de la Unión Africana,
Señoras y Señores,
En primer lugar, quisiera presentar mis calurosos agradecimientos a los numerosos Jefes de Estado que, a pesar de sus compromisos hechos con mucha antelación, han aceptado modificar sus agendar cuando así se los he solicitado, a fin de participar con nosotros en esta importante Cumbre, aportándole la dimensión continental que merece.
Quisiera dar las gracias también a Nuestro Augusto Anfitrión el Presidente de la República del Congo, Su Excelencia D. Denis SASSOU-NGUESSO, por habernos reunido en este lugar, en el corazón del África Central, en torno a un gran proyecto federador que abre unas bellas perspectivas para la Cuenca del Congo, así como para la región y para todo nuestro continente.
Excelencias,
Señoras y Señores,
África ha emprendido, de manera irreversible, el camino de la transformación, afirmándose cada vez más y proyectándose hacia el futuro, con confianza y serenidad. Ahora bien, no podemos ignorar los numerosos retos que ahora se nos plantean, siendo el más importante, sin lugar a dudas, el de asociar el necesario desarrollo de nuestro continente con un despertar de las conciencias ecológicas.
La reunión que hoy celebramos se perfila como una urgencia para todos, siendo de capital importancia para nuestro continente y para toda la humanidad, por ser la expresión de una toma de conciencia colectiva hacia los efectos devastadores del calentamiento climático para el planeta.
Efectivamente, asumimos la responsabilidad colectiva de preservar la biodiversidad africana. El empobrecimiento de este patrimonio, común entre todos nosotros, acarrea graves consecuencias sobre la vida cotidiana de las poblaciones y perjudica el desarrollo socioeconómico de las comunidades que del mismo dependen.
En el centro de esta preocupación se sitúa la Cuenca del Congo, considerada como el segundo depósito de carbono a escala mundial y la segunda cuenca fluvial más grande, constituyendo así una de las mayores zonas forestales que albergan más de la mitad de las especies animales del continente.
Por consiguiente, viene a ser un regulador del clima del planeta, haciendo de África, el «segundo pulmón» del mundo. Es aquí y ahora, pues, donde se configura el futuro de este vital patrimonio.
Excelencias,
Señoras y Señores,
Hemos otorgado un lugar preferente a África con ocasión de la COP22, celebrada en Marraquech, en el mes de noviembre de 2016.
Con el fin de consolidar esta prioridad, me empleé para reunir, al margen de la COP22, la primera Cumbre Africana de la Acción, colocada bajo la divisa de la co-emergencia de África.
En este sentido, y con el fin de aportar una orientación operativa a los trabajos de la Cumbre, creamos tres Comisiones subregionales:
• la Comisión del Sahel, presidida por la República del Níger;
• la Comisión de los Estados insulares, presidida por la República de las Seychelles ; y
• la Comisión de la Cuenca del Congo, presidida por la República del Congo.
Gracias al liderazgo del presidente Denis SASSOU-NGUESSO, esta última Comisión ha podido conseguir progresos tangibles, transformando los retos climáticos que conoce la región en oportunidades.
Varias etapas fueron salvadas desde la Cumbre Africana de la Acción. En Oyo, en el mes de marzo de 2017, fue lanzado el Fondo Azul; en noviembre de 2017, su operatividad fue concebida en Brazzaville, y en el mes de marzo de 2018, se aceleró su establecimiento en Rabat, con ocasión de un encuentro sobre los términos de referencia del estudio de la prefiguración del Fondo Azul.
A lo largo de este proceso, el Reino de Marruecos se movilizó, con el fin de garantizar el éxito de este ambicioso proyecto, desplegando el saber hacer que tiene acumulado en materia de lucha contra el cambio climático.
Hemos optado por apoyar este programa al fundarse sobre un nuevo paradigma que responde a las necesidades presentes y futuras. Efectivamente, el mismo se basa en programas integrados, inclusivos y solidarios de la nueva economía azul y verde.
Hemos sido secundados en nuestro apoyo por la dimensión humana colocada en el centro del proyecto. En efecto, la adopción de un enfoque inclusivo y participativo hacia los habitantes de la región viene a ser fundamental.
Excelencias,
Señoras y Señores,
Animados por un espíritu de fraternidad y solidaridad africana, nos hallamos aquí para contribuir a la creación de una dinámica virtuosa. El verdadero reto consiste en la salvaguarda y valorización de un valioso patrimonio africano, a saber, el Río Congo.
He aquí un deber que debemos cumplir con los 200 millones de africanas y africanos que viven en esta Cuenca, así como con todo nuestro continente.
El establecimiento del Fondo Azul ha de ir emparejado con la movilización de todos los actores económicos y de la sociedad civil, a fin de emprender acciones concretas para la atenuación y adaptación, garantizando la emergencia de un modo resiliente de desarrollo.
La financiación de este proyecto supone un reto importante a la hora de su puesta en marcha. Por consiguiente, hemos de innovar y poder crear mecanismos capaces de identificar y movilizar los recursos financieros. También tenemos que convencer a los suministradores de fondos bilaterales y multilaterales, tanto públicos como privados.
El Fondo Azul, generará inevitablemente una dinámica positiva portadora de proyectos capaces de sostener las economías de los Estados miembros.
Me refiero, particularmente, a la mejora de las vías de navegación interior, al acondicionamiento de los puertos secundarios, al desarrollo de la pesca sostenible, a la lucha contra la contaminación de los cursos de agua y al refuerzo de la irrigación, dentro de la perspectiva de mejora de la productividad agrícola.
Esta nueva economía, la economía del agua y en torno al agua, será el motor del desarrollo.
Excelencias,
Señoras y Señores,
Más allá de las consecuencias inducidas por los cambios climáticos, las penurias alimentarias y la disminución de las reservas hídricas, pueden causar importantes migraciones de población, fragilizando los Estados y favoreciendo la precariedad.
Así pues, ¿cómo se puede admitir, que en un continente que posee más de 5000 millardos de metros cúbicos de aguas subterráneas, 320 millones de africanas y africanos no tienen acceso al agua potable?
Esta concluyente constatación es todavía más alarmante, porque si en los próximos años no actuamos, el cambio climático conducirá a la degradación de las tierras y a la escasez de recursos hídricos, viéndose los 25,000 km² de vías fluviales expuestas al peligro del enarenamiento y contaminación.
Llevar a cabo una movilización colectiva es crucial, y esta Cumbre viene a demostrar que ello es posible.
Excelencias,
Señoras y Señores;
Afrontar el desafío del desarrollo y aprovechamiento de la Cuenca del Río Congo supone crear una dinámica de cooperación a favor del desarrollo sostenible, no solo en los países ribereños, sino también en todo el continente.
Si deseamos proteger los dos pulmones del planeta, este desafío ha de convertirse en una ambición colectiva, impulsada por África y el mundo.
Los recursos naturales y ecológicos de nuestro continente hacen del mismo uno de los actores más importantes del mundo, con sus inmensas cuencas y ríos que encierran una inestimable riqueza, a saber, el oro azul: el agua.
Convertida en elemento bastante escaso, el agua es muy codiciada. Seamos conscientes de la riqueza que poseemos y de nuestra capacidad de innovar, combinando nuestras energías y nuestro coraje.
De este modo, no solo afrontaremos todos los desafíos, sino que también demostraremos que los países unidos por un mismo sueño y una misma visión, saben cómo actuar y superarse, para que emerja un continente unificado, orgulloso de sus identidades y raíces, encaminado hacia el progreso.
Excelencias,
Señoras y Señores,
Para la construcción de nuestro continente de mañana, la preservación del medio ambiente es la base de la co-emergencia de este África y los cimientos que sostendrán el crecimiento económico inclusivo del mismo.
Debemos desplegar un esfuerzo colectivo a fin de tomar en consideración el calentamiento global y los riesgos que comporta, transformando nuestras economías sobre la base del desarrollo sostenible.
Nuestra presencia aquí y ahora, es el testimonio de nuestra determinación de colocar estas cuestiones en lo más alto de nuestras preocupaciones y de nuestra acción. Estamos decididos a implementar iniciativas concretas, capaces de preservar los derechos de las generaciones futuras.
El Reino de Marruecos trabajará, con determinación y sin descanso, para hacer realidad los grandes proyectos estructurantes de nuestro continente.
El desafío ecológico ya no debería ser percibido como una amenaza, sino más bien como una oportunidad. He aquí el significado de nuestro compromiso común, un compromiso colocado bajo los principios de la responsabilidad compartida y la solidaridad panafricana.
Gracias por su atención
Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh".