En este mensaje, SM el Rey expresa a los jefes de Estado de los países islámicos sus mejores votos de salud y de felicidad, deseando a sus pueblos hermanos más progreso y prosperidad.
"Este mes bendito, sinónimo de fe y símbolo de solidaridad y compasión, es una ocasión propicia para exaltar el espíritu de fraternidad que reúne a los pueblos musulmanes, e incitaros los unos a los otros a intensificar los esfuerzos para fortalecer los vínculos de cooperación y ayuda mutua que les unen", subraya el Soberano en estos mensajes.
"Es también un momento privilegiado para que nuestros pueblos muestren su apego a los nobles valores de nuestra santa religión, que prohíbe toda veleidad de división, extremismo, odio y de ostracismo, y aboga por la moderación y el término medio. Nuestra Umma podrá, así, ocupar el lugar que merece entre las naciones y continuar su aportación fecunda a la civilización humana", escribe SM el Rey.
Su Majestad el Rey, Amir Al Muminin, concluye sus mensajes rogando al Altísimo que "corone con éxito la acción que llevamos a cabo sin descanso para realizar las aspiraciones de la Umma islámica y dar confianza y esperanza a las nuevas generaciones para que puedan afrontar los múltiples retos y construir un futuro más próspero, donde reinan la paz, la seguridad y la estabilidad".