"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor enviado de Dios, su familia y compañeros
S.E. el Sr. D. Abdel Fattah al-Sissi, Presidente de la República Árabe de Egipto, y Presidente de la Cumbre,
Sr. D. Donald Tusk, Presidente del Consejo Europeo,
Majestades, Altezas, Excelencias,
Señoras y Señores,
En primer lugar me complace expresar mis agradecimientos y mi consideración a S.E. D. Abdel Fattah al-Sissi, Presidente de la República Árabe de Egipto, que hago extensivos a través del mismo, al pueblo egipcio hermano, por haber acogido esta primera Cumbre Árabe Europea, así como por todos los esfuerzos desplegados por el gobierno egipcio con el fin de facilitar las condiciones idóneas para su éxito.
También quiero hacer patente mi agradecimiento al Sr. D. Donald Tusk, Presidente del Consejo Europeo, por compartir la presidencia de esta Cumbre.
Quisiera igualmente expresar mis agradecimientos a Doña Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad y a Su Excelencia Ahmad Abou-l-Gheyt, Secretario General de la Liga Árabe, por su excelente orientación de los grupos de trabajo que han supervisado la preparación de los expedientes sometidos a la presente Cumbre.
Majestades, Altezas, Excelencias,
En el día de hoy, vivimos un momento fuerte del proceso del diálogo euro-árabe. Henos aquí reunidos en el marco de la primera Cumbre Árabe Europea y en el seno de una coyuntura dominada por desarrollos estratégicos sensibles, con efectos directos sobre nuestras dos regiones. Así pues, dicha cumbre viene a representar una destacada pauta en la historia de las relaciones entre ambas partes, a la vez que materializa nuestra voluntad común de impulsar este proceso hacia niveles superiores, hecho este que, sin lugar a dudas, repercutirá sobre la seguridad y estabilidad de nuestras dos regiones, abriendo prometedores horizontes de pacífica convivencia entre sus pueblos y facilitándoles la anhelada prosperidad económica y social.
La cumbre que hoy nos reúne reviste una importancia capital para el mundo árabe, asentando las bases de un diálogo que ocupa un destacado lugar en la agenda de sus relaciones con los distintos socios, ya se trate de Estados, de agrupamientos, o de organizaciones regionales y continentales. Tal importancia que viene dictada por la realidad impuesta por la proximidad geográfica y las vivencias históricas, viene a reflejar, sobre todo, una convicción que a todos nos anima, así como representa el resultado de un esfuerzo general, humano, intelectual y cultural, cuyas fuentes se han de hallar en el constante diálogo y en el continuo intercambio entre las civilizaciones árabe y europea.
En este sentido, el Reino de Marruecos, que durante largas décadas fue acumulando una destacada y fructífera experiencia en el ámbito de sus relaciones con su socio europeo, particularmente en el marco del estatuto avanzado, le anima la ambición de alcanzar en el futuro y en el seno de dicha asociación, otras etapas de alto nivel. En este sentido, nuestro país está dispuesto a impulsar la cooperación árabe europea hacia una asociación creativa que se inspire en el rico patrimonio cultural y civilizatorio de cada una de las partes, haciendo de la interacción entre las dos partes una verdadera locomotora para levantar el edificio de unas relaciones sólidas y equilibradas, basadas en los valores e intereses comunes, así como en el respeto mutuo y en el diálogo constructivo.
De ahí el que consideremos que la presente Cumbre constituye una buena ocasión para invocar las dimensiones civilizatorias y humanas, en tanto que base sólida para impulsar este diálogo hacia el nivel de una verdadera cooperación basada en una visión clara y en unos planes de trabajo realistas, al servicio de los intereses recíprocos y comunes.
Majestades, Altezas, Excelencias,
Sin lugar a dudas, la realidad y el volumen físico y cognitivo de la cooperación árabe europea, viene a confirmar la necesidad de proceder a una valoración objetiva y serena de sus resultados, revisando sus ejes y fijando sus prioridades estratégicas actuales futuras, y desarrollando su metodología de trabajo, a fin de reforzarla y mejorarla.
Por ello, hoy estamos llamados a orientar nuestros debates y diálogos hacia una reflexión seria y profunda sobre la manera de materializar esta cooperación sobre el terreno, estableciendo una concepción global integrada del proyecto de futuro que deseamos para nuestro espacio, que ha de basarse sobre un orden racional de las prioridades y una configuración bien establecida de los objetivos realistas, adoptando una metodología que privilegie la asociación y la anticipación, y que eche mano de instrumentos flexibles y avanzados.
Desde este punto de vista, y en lo que nos concierne, consideramos que esta concepción integrada requiere centrarse sobre algunas prioridades como pueden ser:
Primero: La seguridad nacional árabe, ha de seguir siendo un asunto árabe, lejos de cualquier interferencia o influencia exterior, tomando en consideración la importancia del esfuerzo internacional desplegado por los socios creíbles para impedir cualquier atentado contra dicha seguridad, ya que si ésta se ve mermada, inexorablemente repercutiría sobre la seguridad europea e incluso sobre la seguridad mundial.
En este sentido, no quiero dejar de señalar que los graves desafíos que el mundo árabe afronta y que ponen en peligro su seguridad y estabilidad, son debidos, en algunas ocasiones, a las políticas y conductas de algunos países entre sí. Por ello, insistimos en que la desaparición de tales amenazas permanece supeditada al respeto de los principios de la buena vecindad, soberanía nacional e integridad territorial de los Estados, absteniéndose de interferir en los asuntos internos de los mismos.
Segundo: Realización del renacimiento de la nación árabe. En este contexto, incumbe a Europa la responsabilidad de aportar ayuda a su vecindad árabe a fin de alcanzar el progreso económico, científico y tecnológico susceptible de reducir las disparidades socioeconómicas entre estos dos socios, a través de proyectos de desarrollo concretos que puedan redefinir las vías de circulación de las personas e inversiones, contribuyendo así a la creación de equilibrios de productividad que absorban las preocupaciones securitarias, económicas y sociales que ambos socios comparten.
Efectivamente, a pesar de que la Unión Europea sea el segundo socio económico de los países árabes, los intercambios comerciales entre ambas partes, por muy importantes e intensos que fueren, siguen sin alcanzar el nivel de nuestras ambiciones, ni corregir los desequilibrios que acusan, dado que las importaciones árabes de la Unión Europea sólo alcanzan un 27% y sus exportaciones hacia Europa apenas representan el 11%.
Tercero: Orientar los futuros partenariados hacia la preparación de un clima intelectual, cultural y mediático sano, que favorezca la convivencia y la cooperación entre los pueblos de las dos zonas, que permita la integración de las generaciones y la consagración de los valores de tolerancia y aceptación del otro, evitando el arrastre de los estereotipos, la exclusión y el rechazo, que sólo generar conflictos y desavenencias.
Desde luego, nos anima la esperanza de edificar una relación futura sana entre el mundo árabe y Europa, libre de cualquier género de prejuicios y de toda influencia que pudieran tener los acontecimientos pasajeros. Efectivamente, en Marruecos pensamos que hoy se nos ofrece una nueva oportunidad para la gestión conjunta de las cuestiones relativas a la migración y a la lucha antiterrorista, bajo sus múltiples vertientes, conforme a un enfoque integrado y global, que conjuga espíritu de responsabilidad compartida y desarrollo común.
En este sentido, esperamos que esta Cumbre constituya una oportunidad para empezar a elaborar este ambicioso proyecto y asentar sus mecanismos. Ello no representa dificultad alguna, ya que disponemos de herramientas y estructuras establecidas, como pueden ser “el Diálogo 5+5” y “la Unión por el Mediterráneo” que esperamos conozca un relanzamiento mediante la puesta en marcha de sus estructuras y la reactivación de sus programas, a fin de aportar un fuerte impulso a la cooperación euro-árabe.
Queremos aprovechar esta ocasión para invitar a los agrupamientos árabes regionales, como la Unión del Magreb Árabe, a la que pertenecemos, a la necesaria asunción de su papel en el desarrollo de nuestras relaciones con el socio europeo, superando los escollos políticos y diferencias bilaterales que paralizan la marcha del despegue y el desarrollo.
Majestades, Altezas, Excelencias,
Ninguna visión optimista, ni cualquier ambición legítima para asentar esta cooperación, nos van a impedir recordar algunos desafíos fundamentales que nuestro espacio afronta; me refiero especialmente a la causa palestina y al futuro de Al Qods Al Sharif, a los que otorgamos una atención particular, en nuestra calidad de Presidente del Comité Al Qods, emanado de la Organización de la Cooperación Islámica. Con esta ocasión, queremos insistir en la necesidad de preservar el estatuto legal de la ciudad santa, como parte integrante de los territorios palestinos ocupados en 1967, en el marco de la solución de los dos Estados, con el fin de alcanzar la paz global para todos los pueblos de la región, conforme a las bases referenciales acordadas en el marco de nuestro diálogo en torno al derecho del pueblo palestino a establecer su Estado independiente, con su capital en Al Qods oriental.
Finalmente, quiero reiterar la plena disposición del Reino de Marruecos a adherirse, con total seriedad e interacción, a toda nueva dinámica que se proponga elevar el diálogo árabe europeo al nivel de una cooperación real y eficiente, en busca del interés general de los países de ambas regiones y como contribución a la realización de las aspiraciones y expectativas que animan sus respectivos pueblos.
Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh".