No se registró ningún nuevo caso de contaminación ni entre los funcionarios ni entre los reclusos de las cárceles de las regiones de Casablanca-Settat, Beni-Mellal-Khenifra, Laayún-Sakia El Hamra, Dajla-Oued Eddahab, Rabat-Salé-Kenitra, Fez-Mequínez, Daraa-Tafilalet y Oriental, aseguró la misma fuente en un comunicado.

Asimismo, la DGAPR subrayó que en la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas, 60 reclusos dieron positivo en la prisión local Tánger 1, señalando que no se registró ningún nuevo caso de contaminación entre los funcionarios.

En la prisión local de Ouarzazate, de los 241 reclusos cuya contaminación ya se había anunciado, 189 se recuperaron totalmente, mientras que los resultados del segundo test al que fueron sometidos 16 reclusos fueron negativos. Además, el número de casos positivos se mantiene en 36 a la espera de un segundo test.

En lo que respecta a los funcionarios, el comunicado precisa que, de los 63 cuya contaminación por coronavirus ya se había anunciado, 48 se curaron completamente, mientras que los restantes se benefician del protocolo de tratamiento en vigor.

La DGAPR agrega que 3.700 funcionarios en 67 cárceles de un total de 4.280 funcionarios fueron sometidos a pruebas a la espera de los resultados de los test de los funcionarios de las otras prisiones.

En cuanto a la región de Marrakech-Safi, los resultados del test al que fueron sometidos los funcionarios del primer grupo antes de iniciar su servicio revelaron tres casos positivos en la prisión local de Oudaya, dos en Essaouira y un caso en la prisión local de Benguerir.

En la región de Souss-Massa, los resultados de la prueba de los funcionarios del primer grupo antes del inicio de su servicio revelaron un caso (una mujer) en la prisión local de Ait Melloul 2 y un caso en la prisión local de Ait Melloul 1.

Según estos datos, el comunicado destaca que las medidas sanitarias adoptadas por la DGAPR, incluidas las pruebas a la que se sometieron los funcionarios que trabajaban en rotación antes de acceder a los centros penitenciarios, y la puesta en cuarentena de los nuevos reclusos que también se beneficiaron del test de coronavirus, dieron sus frutos, ya que contribuyeron en gran medida a preservar la seguridad de los reclusos y a evitar la contaminación con el covid-19.