Entre febrero y mayo de 2020, la planta, que funciona desde 2009 en la región de Benslimane, pudo producir alrededor de 14 millones de mascarillas FFP2 y 3 millones de mascarillas quirúrgicas, que cumplen las normas internacionales "EN149 + A1 2009" y "EN14683 2014", respectivamente.
La UFM, que está certificado por la CE (Comunidad Europea), fue concebida para dotar a Marruecos de una reserva estratégica, producida localmente e independiente de países extranjeros, que le permita hacer frente a un posible brote epidémico, similar al de la gripe aviar, la gripe H1N1 o el Ébola.
"La producción también está destinada a satisfacer ciertas necesidades de varios departamentos públicos, como el Ministerio de Sanidad y la Inspección Sanitaria Militar", explicó a la MAP el director de la UFM, el teniente coronel Charif El Ayadi.
Hoy en día, la planta cuenta con una infraestructura técnica de última generación, articulada en 3 líneas de producción de mascarillas FFP2 y 2 líneas de producción de mascarillas quirúrgicas.