"Si bien existe un consenso sobre la urgencia de la recuperación económica, las modalidades de esta recuperación divergen en este momento en Marruecos. Dos caminos parecen dominar, cada uno con puntos de fuerza, pero con un alto grado de incertidumbre. El primero aboga por una recuperación mediante el gasto público, principalmente a través del endeudamiento externo, mientras que el segundo aboga por una austeridad presupuestaria reservada", señaló Laghidi en un documento sobre su visión de la recuperación económica.
En el actual contexto mundial y nacional, sostuvo, "debe surgir una tercera vía que se distinga por su capacidad de combinar las ventajas de las dos anteriores, pero también por su capacidad de neutralizar sus riesgos".
Esta orientación pragmática y salvadora para el presente y ambiciosa para el futuro es 100% marroquí e innovadora. Su objetivo es proteger a las empresas nacionales y hacer viables millones de empleos y familias que dependen de ellas, precisó Laghidi, subrayando que el control de la hemorragia de la crisis y la transformación de su amenaza en oportunidad es ahora algo existencial.
En este documento, que es fruto de reflexiones y estudios realizados desde el comienzo de la crisis de la Covid-19, el experto marroquí propone una recuperación a través de varias fases.
Se trata de una fase 0 que consiste en "una reactivación mediante la centralización y estructuración de la demanda" creando centrales de compra y fortaleciendo las existentes, y estimulando la economía local (MPE, artesanos, comercio de proximidad, cafés), y de una fase 1 sobre "el fortalecimiento de la soberanía económica nacional" a través de la capitalización, la diversificación y el aumento del valor y la cantidad de la oferta nacional y la transformación de las importaciones en producción nacional.
La fase 2 se refiere a una reactivación inteligente mediante la demanda real y no estimulada a través de la creación de centrales de compra sectoriales, que reúnan la demanda pública y privada para convertirlas en una locomotora para el desarrollo de la oferta nacional (Industria, Agro, Servicios) en torno a una demanda garantizada, clara y progresiva, mientras que la fase 3 "El fénix marroquí renace y brilla internacionalmente" consiste en que estas centrales de locomotoras se conviertan en centrales de exportación y distribución internacional, que permitieran a la economía nacional un nuevo auge, haciendo de la crisis una oportunidad.
En cuanto a la fase 4, concierne "los instrumentos innovadores de financiación de la recuperación, que limitan el recurso al endeudamiento clásico". El objetivo es fortalecer la inversión nacional e internacional en proyectos que están ahora en auge, lanzar vales de inversión nacional, atraer capitales del sector no estructurado para proyectos clave y estratégicos, y atraer IED y fondos de inversión que quieran diversificar sus activos.
En lo que se refiere a la fase 5, su objetivo es convertir a Marruecos en un centro de comercio, industria, agricultura y servicios mediante la promoción de las exportaciones africanas al mundo.
"Marruecos, por Altas Instrucciones de Su Majestad el Rey Mohammed VI, ha logrado una respuesta rápida e impávida a la pandemia, poniendo la protección del ciudadano, su vida y su salud por encima de cualquier otra prioridad. Esta respuesta fue multifacética: solidaridad (fondos de lucha contra la pandemia), seguridad, salud, táctica (digitalización, cierre de fronteras...) y su éxito ha sido elogiado por todos los marroquíes pero también por la comunidad internacional", dijo Laghidi.
Concluyó: "Hoy y en la misma continuidad, debemos llevar a buen puerto la recuperación económica. Esta recuperación es un instrumento estratégico para seguir construyendo los cimientos del Marruecos que todos queremos, un Marruecos de competencia, meritocracia y oportunidades, un Marruecos de paz, estabilidad y prosperidad sostenible, un Marruecos construido por los marroquíes para los marroquíes".