La CE presentó un plan de recuperación de 750.000 millones de euros, de los que 500.000 millones se desembolsarán en forma de subvenciones a fondo perdido y 250.000 como préstamos.
Italia podrá recibir hasta 172.745 millones, de los que 81.807 millones serán a fondo perdido.
El Gobierno que preside Conte había expresado en los últimos días su voluntad de que este Fondo estuviera dotado de al menos 1,5 billones de euros y fuera entregado a los países más castigados por el impacto de la crisis del coronavirus en forma de transferencias, para no incrementar su deuda pública, que en el caso de Italia supera el 135 % del producto interior bruto (PIB).
A pesar de que la cuantía propuesta por la CE es muy inferior, Roma se ha mostrado satisfecha.