"Los retos a los que se enfrenta la agricultura en el mundo son principalmente garantizar la alimentación para 9 mil millones de personas de aquí a 2050, preservando al mismo tiempo el medio ambiente y los recursos naturales, además de la participación colectiva en la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos", aseveró el ministro, citado en un comunicado de su Departamento.
Akhannouch, quien presidió, junto con el director del polo de Agricultura y Alimentación del Banco Mundial, una mesa redonda sobre la "adaptación al cambio climático", subrayó que, a falta de una acción de la comunidad internacional para mitigar los efectos del cambio climático, el mundo se enfrentará al riesgo de que el número de personas que viven en la pobreza aumente en 100 millones de aquí a 2030, con el riesgo de exponer a 600 millones de personas a la malnutrición.
Los temas de debate en esta mesa redonda, a la que asistieron 30 ministros y altos representantes de organizaciones internacionales, se centraron en la creciente amenaza que representa el cambio climático para la seguridad alimentaria mundial, en particular su impacto en los agricultores, la creciente escasez de agua, el aumento de la desertificación y su impacto en la productividad agrícola.
Los medios de luchar contra estos fenómenos y hacer que la agricultura sea más resistente a estos cambios a través de la mejora de la cooperación internacional y la investigación, figuraban también en el menú de este encuentro, prosigue el comunicado.
La conferencia, a la que asistieron los representantes de aproximadamente un centenar de países, también estuvo marcada por la presencia del secretario general de la ONU, el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el comisario europeo de Agricultura y el director del Programa Mundial de Alimentos.