Quienes sostienen ese discurso se encuentran en una asombrosa contradicción, ya que abogan por la independencia de la justicia y, al mismo tiempo, tachan de "teleguiadas" las decisiones judiciales tomadas libremente según las circunstancias de cada caso, explicó Baameri en declaraciones a la MAP.
En opinión de Baameri, esta contradicción pone al descubierto las verdaderas intenciones de estas partes que, de hecho, intentan adaptar el poder judicial a su voluntad política en lugar de ser, como es en realidad, un poder de pleno derecho y una institución fuerte e independiente, según la Constitución.
Contrariamente a las alegaciones vertidas en este sentido, la decisión del juez de instrucción es constitucional y legalmente correcta, así como corresponde plenamente a las competencias de este magistrado, explicó el abogado, señalando que en la decisión prevalecen las disposiciones del Código de Procedimiento Penal, que prevén alternativas a la privación de libertad como la retirada del pasaporte y el cierre de las fronteras, que se aplicó en el caso de Monjib.
"Las declaraciones de Maati Monjib en reacción a esta decisión son inadmisibles, dado que Marruecos dispone de un marco jurídico, legislativo e institucional claro, en particular en lo que respecta a la institución de seguridad, que demostró su eficacia en la lucha contra el terrorismo y Covid-19", dijo.
"Sus comentarios según las cuales existiría una policía política secreta" es un intento de socavar esta institución, de anular su acción y de arrastrarla a una lucha política que no le concierne, dijo el jurista marroquí.