Así, los contribuyentes que realicen una actividad sujeta al IRPF y que se identifiquen por primera vez ante la administración fiscal, dándose de alta en el censo del impuesto de actividades económicas, a partir del 1 de enero de 2022, tributarán únicamente por los rendimientos obtenidos y las operaciones realizadas a partir de esa fecha, indica la Dirección en un comunicado.
Los nuevos contribuyentes identificados se benefician de las ventajas previstas por el derecho común, como la exención de cinco años del impuesto sobre actividades económicas y, según la naturaleza de su actividad, la exención total temporal o los tipos reducidos temporales o permanentes del impuesto sobre la renta, recuerda la misma fuente.