En un documento político titulado "Por qué Europa tiene un interés estratégico en la realización del gasoducto Nigeria-Marruecos", Machrouh expone varios argumentos para justificar la existencia y la pertinencia de dicho interés, señalando, en primer lugar, que el proyecto contribuiría eficazmente a la diversificación de los recursos de gas de los países europeos y les daría un mayor margen de maniobra.
"La visualización del mapa de gasoductos en Europa muestra una excesiva concentración de fuentes de suministro... En total, no menos del 50% del gas consumido en los países de la Unión Europea (UE) procede de una sola fuente de suministro. Esto constituiría, naturalmente, un arma geopolítica peligrosa que podría utilizarse contra Europa", subrayó el especialista en geopolítica y relaciones internacionales.
En este sentido, destacó la importancia de que Europa trabaje por una mayor diversificación de sus importaciones de gas, estimando que los recursos gasísticos africanos son importantes y el potencial de las reservas on-shore y off-shore es prometedor.
Además, el profesor adjunto en la Facultad de Gobernanza, Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Mohammed VI Politécnica, y profesor de relaciones internacionales en la Escuela Nacional de Comercio y Gestión de Kenitra, subrayó que el gasoducto ayudaría a construir una nueva generación de medidas que ayudarían a frenar las amenazas asimétricas que sufre Europa.
Lanzado en 2016 en Abuja (Nigeria) bajo la presidencia de SM el Rey Mohammed VI y el presidente nigeriano Muhammadu Buhari, el proyecto ha entrado en una nueva y avanzada fase con la firma, el 15 de septiembre, de un Memorando de Entendimiento entre la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), la República Federal de Nigeria y el Reino de Marruecos.