El Director General de Seguridad Nacional había dado instrucciones a la Inspección General para que llevara a cabo una investigación en profundidad sobre la gestión del Instituto Real de Policía (IRP) y sus escuelas, según una fuente de seguridad.
Los resultados de esta investigación revelaron una serie de disfunciones, abusos profesionales y comportamientos individuales contrarios a las normas de gobernanza de seguridad y a la ética profesional de la policía, explica la fuente.
Estas sanciones disciplinarias incluyen la suspensión provisional del director del IRP, a la espera de su presentación ante el consejo disciplinario, que examinará los excesos de los que se le acusa, precisa la misma fuente, que añade que se ha adoptado una medida similar contra otros dos funcionarios, un brigadier y un inspector de policía.
Igualmente, un oficial de policía fue amonestado y otros tres empleados de la misma institución fueron apercibidos, entre ellos dos comisarios y un inspector de policía, que serán destinados fuera de las instituciones de formación policial.
Estas sanciones disciplinarias también incluyen el envío de cartas de observación a tres ejecutivos de la policía declarados culpables de negligencia en el desempeño de sus funciones, entre ellos un comisario de división, un oficial de paz principal y un guardia de paz, además de la destitución de sus funciones de un comandante de paz de división y su traslado fuera del IRP.
Los resultados de la investigación realizada por la Inspección General dieron lugar a una serie de medidas de evaluación del desempeño destinadas a subsanar las deficiencias detectadas, especialmente en lo que se refiere a la aplicación de normas de buena gobernanza en la gestión de los recursos humanos y medios materiales y al cumplimiento de los principios del código de ética de los funcionarios de la Seguridad Nacional.