Durante esta sentada, los participantes condenaron al unísono este "acto cobarde y vil" contra civiles inocentes, y llamaron a la comunidad internacional a intervenir para poner fin a esta provocación y encontrar una solución definitiva al conflicto del Sáhara marroquí que duró demasiado.
Enarbolando las banderas nacionales y pancartas, los participantes corearon eslóganes que calificaban de "terroristas" a los autores de la agresión de Es-Semara, recordando que "el pueblo marroquí y las Fuerzas Armadas Reales están movilizados detrás de SM el Rey Mohammed VI para hacer frente a cualquier intento de atentar contra la patria".
Al término de esta sentada, se leyó un comunicado en el que los habitantes, los cargos electos locales, los chioukhs y los notables de la ciudad de Es-Semara denuncian un "crimen bárbaro e innoble que tuvo como objetivo a civiles en plena noche", y condenan una "maniobra cobarde y desesperada destinada a atentar contra la integridad territorial del Reino".
Condenaron igualmente las maniobras de los enemigos de la integridad territorial del Reino tendentes a socavar los esfuerzos de la ONU y de la comunidad internacional para encontrar una solución definitiva al conflicto artificial sobre el Sáhara marroquí sobre la base del plan de autonomía.
Puniendo por testigo a la comunidad internacional, los participantes en esta reunión llamaron a esta última a intervenir urgentemente para señalar a los agresores y castigar a todos aquellos que quieren atentar contra la integridad territorial del Reino, expresando su total movilización detrás de SM el Rey Mohammed VI, símbolo de la unidad del Reino y garante de su estabilidad.