Esta transformación forma parte de un proyecto global, calificado de "Quick wins", que pretende responder a las necesidades del creciente tráfico aéreo de aquí a 2027, a la espera de la construcción de una nueva terminal prevista para 2028.
En una declaración a la MAP, Mohamed Bahaj, director del Aeropuerto de Tánger, señaló que el tráfico aéreo ha aumentado significativamente, con una tasa de recuperación pre-Covid de más del 50%, estimando que el aeropuerto espera cerrar el año 2023 con un volumen de casi 2.800.000 pasajeros.
Para acompañar este aumento de tráfico, la Oficina Nacional de Aeropuertos (ONDA) ha remodelado la T1, antes dedicada a vuelos especiales, explicó, añadiendo que también se remodelará la T2 para aumentar el espacio reservado a los pasajeros y los recursos físicos.
El responsable precisó que la ONDA ha lanzado una licitación para la construcción de una nueva terminal con capacidad para más de 3.500.000 pasajeros, con el fin de acompañar la dinámica de desarrollo que experimenta la ciudad del Estrecho, subrayando que esta nueva terminal permitirá hacer frente al crecimiento del tráfico de aquí a 2040 y construir una nueva torre de control, así como diversas instalaciones exteriores.