En su intervención en un panel sobre el tema "Energía, seguridad y movilidad", organizado en el marco de la cumbre "Italia-África: un puente para un crecimiento común", Akhannouch destacó que el Reino es líder regional y africano en energías renovables desde hace 15 años, un liderazgo que se ha reforzado gracias a su compromiso con el desarrollo del hidrógeno verde y la puesta en marcha de la iniciativa del gasoducto Nigeria-Marruecos, que contribuirá a la seguridad energética tanto de África Occidental como de la Unión Europea.
Asimismo, recordó que, gracias a la visión de SM el Rey, Marruecos lanzó en 2009 su primera estrategia de desarrollo de las energías renovables, que condujo a la puesta en marcha del primer complejo solar en Uarzazat. "Hoy producimos 560 kw/h y tenemos además tres grandes proyectos solares, que deberían entrar en servicio a principios de 2027 a más tardar en la región de Midelt", precisó Akhannouch.
En la actualidad, las energías renovables representan más del 40% de la matriz energética, y Marruecos aspira a alcanzar el 52% de aquí a 2030.
El Reino también tiene la intención de capitalizar sus recursos naturales, su posición geográfica estratégica y su capital humano para desarrollar el sector del hidrógeno verde, considerando que "Marruecos está favorablemente posicionado en el mapa mundial del hidrógeno".
El Jefe del Gobierno indicó también que Marruecos actúa para descarbonizar el mundo del mañana y contribuir a la seguridad energética de África, destacando a este respecto el proyecto de gasoducto Marruecos-Nigeria, que constituye "un modelo de integración regional basado en una visión común".
Este proyecto de gran envergadura debería permitir acelerar la electrificación de algunos países y favorecer el desarrollo agrícola e industrial de la región, mediante el acceso a una energía competitiva y, en consecuencia, mejorar las condiciones de vida de las poblaciones, agregó Akhannouch.
Por otra parte, Akhannouch consideró que "la necesidad de construir alianzas sólidas entre socios fiables es hoy más acuciante" en el contexto actual, marcado por una sucesión de crisis y se mostró convencido de que Italia puede contribuir al desarrollo de los países africanos, en particular mediante la cooperación en ámbitos como las infraestructuras, la formación, la energía, la seguridad, la educación, la sanidad y la inmigración.