En su intervención en una sesión sobre la prohibición del trabajo infantil en la 112ª Conferencia Internacional del Trabajo, Sekkouri subrayó que Marruecos ha conseguido muchos logros en materia de derechos del niño, y que el número de niños trabajadores se ha reducido a menos del 1,4% de la mano de obra.
La mayoría de los niños que trabajan ayudan a sus padres de forma temporal, sobre todo en las zonas rurales, explicó, reiterando la determinación de Marruecos de proseguir con su compromiso de erradicar el trabajo infantil, cuyo lugar natural es la escuela.
En este encuentro, organizado con motivo del 25 aniversario de la adopción del Convenio 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre las peores formas de trabajo infantil, Sekkouri recordó que la protección de la infancia es un compromiso consagrado en la Constitución marroquí, y que la cuestión del trabajo infantil no es un lujo, sino objeto de una estrategia nacional integrada.
El ministro presentó una serie de enfoques clave que Marruecos está utilizando para combatir el trabajo infantil. Entre ellos, la inversión sostenida en formación profesional, la lucha contra el abandono escolar, la garantía de ayudas directas a amplios sectores de la sociedad y el refuerzo de la educación preescolar.
Los programas de generalización de la protección social son mecanismos destinados a mejorar la calidad de vida, para que las familias puedan ocuparse de sus hijos y permitirles crecer en un entorno sano y natural, precisó, insistiendo en la importancia de reforzar los controles en el lugar de trabajo.