Tras completar los diversos rituales del Hayy, oraciones y meditación, los peregrinos extranjeros y los ciudadanos no residentes en La Meca se reúnen para la etapa final del Tawaf de despedida.
El Profeta Sidna Mohammed, la paz sea con él, ordenó a los fieles que no abandonaran los Lugares Sagrados antes de realizar el Tawaf de despedida como último rito de su peregrinación.
El Tawaf de despedida, la circunvalación de siete vueltas al final del ritual del Hayy, es un momento único en la vida del peregrino, en el que la alegría de haber completado este gran ritual religioso se mezcla con sentimientos de tristeza por tener que abandonar Tierra Santa y Alquibla, el destino hacia el que se vuelven los musulmanes de todo el mundo en cada oración.
"Durante el Tawaf de despedida, sentí una compleja mezcla de emociones, que oscilaban entre la felicidad por haber podido realizar el Hayy y visitar los Lugares Sagrados y la melancolía por tener que separarme de este lugar sagrado", confió a la MAP Tabassum, peregrino pakistaní.
"El Tawaf de despedida fue un momento de reflexión sobre este viaje espiritual", explicó este sexagenario, que dijo haber realizado ya la Umrah antes.
"Sentí una sensación de realización y una suave sensación de paz y tranquilidad espiritual", prosiguió, subrayando la particularidad de esta "experiencia emocional y espiritual que no se puede describir con palabras".
En la misma línea, Hamza, tunecino de 33 años, se declaró feliz de haber completado el Hayy, recordando que cuando terminó la séptima etapa de su Tawaf de despedida sólo tenía dos deseos. "Enviar a mis padres al Hayy y volver yo mismo a este santuario lo antes posible", dijo con voz emocionada.
Tabassum y Hamza son sólo dos de los cientos de miles de peregrinos que realizaron el Tawaf de despedida al final de los rituales del Hayy. Según las autoridades saudíes, un total de 1.611.310 peregrinos participaron en este Tawaf de despedida.