Gracias a este acuerdo, firmado en 2004, los intercambios comerciales entre los dos países se han más que cuadruplicado, señala el centro de investigación en un análisis firmado por Sabina Henneberg, que subraya también la importancia del ALC en la consolidación de la asociación estratégica Marruecos-Estados Unidos a nivel político.
La analista se refirió, a este respecto, a la confirmación por la administración del presidente Joe Biden de la decisión tomada por la administración de su predecesor Donald Trump, que reconoce la plena soberanía de Marruecos sobre sus provincias del sur.
Esta posición, que es actualmente el “punto de anclaje de las relaciones bilaterales”, se mantendrá independientemente de quién gane las elecciones presidenciales estadounidenses en noviembre próximo, afirma la experta, que señala la dinámica internacional en este dossier, con la reciente decisión de Francia de apoyar la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara.
Tras recordar que Marruecos es uno de los pocos países que ha concluido un acuerdo de este tipo con Estados Unidos, y el único en África, Sabina Henneberg señala también que Washington apuesta por la promoción del crecimiento económico y el comercio en el continente, y puede aprovechar el papel del Reino como “facilitador” de crecimiento y de inversión en el continente africano.
“Marruecos se ha posicionado bien para facilitar y beneficiarse del crecimiento económico y de las inversiones en África”, gracias a los acuerdos comerciales firmados con varios socios, además de la firma del Acuerdo Continental Africano de Libre Comercio, explicó, añadiendo que el Reino es actualmente uno de los principales países africanos en términos de inversión extranjera directa.
Refiriéndose a los avances económicos realizados por Marruecos en las dos últimas décadas, la autora del análisis señala que el Reino experimenta un importante crecimiento económico en los últimos años.
El centro de investigación norteamericano recuerda, por otra parte, la serie de reformas llevadas a cabo en Marruecos, como la adopción de la nueva Carta de Inversiones y la puesta en marcha de grandes proyectos de infraestructuras como la línea ferroviaria de alta velocidad y el puerto Tánger-Med, que también han contribuido a reforzar la estatura del país como destino de “nearshoring”.
En cuanto a las perspectivas de las relaciones económicas entre Marruecos y Estados Unidos, el Washington Institute for Near East Policy considera que ambas partes se beneficiarían fomentando más las inversiones y centrándose en industrias de alto valor añadido y generadoras de empleo.