Este repunte es el resultado de una subida del 0,7% de los precios de los productos alimenticios, tras una caída del 0,3% en el trimestre anterior, compensada en parte por un descenso de los precios de los productos no alimenticios hasta el +1,4%, frente al +1,6% del segundo trimestre, indica el HCP en sus Perspectivas de coyuntura para el tercer trimestre de 2024 y las perspectivas para el cuarto trimestre de 2024.
La inflación subyacente, que excluye los precios sujetos a la intervención del Estado y los productos con precios volátiles, habría aumentado ligeramente, situándose en el +2,4%, tras el +2,3% del trimestre anterior, con un ligero repunte de su componente alimentario, en un contexto de moderación progresiva de los precios de los productos manufacturados y de crecimiento prácticamente estable de los precios de los servicios.
El repunte de la inflación alimentaria se debió en gran medida a la notable subida de los precios de la carne (1 punto porcentual), como consecuencia de la continua firmeza de los precios de las carnes rojas, combinada con el significativo aumento de los precios de las aves de corral durante el periodo estival.
Esta tendencia es atribuible al deterioro de la oferta provocado por las condiciones meteorológicas extremas, que han tenido un impacto considerable en las explotaciones, reduciendo la producción de pollos y aumentando los costes de explotación. La evolución de los precios de los alimentos también se debe, aunque en menor medida, al aumento de los precios de la fruta fresca (0,4 puntos) y del pescado fresco (0,3 puntos).