Al tiempo que reitera su compromiso de apoyar el noble mandato humanitario confiado a esta agencia de la ONU, la Misión Permanente de Marruecos quiso, no obstante, llamar la atención del Comité Ejecutivo sobre la renuncia por parte del ACNUR de los principios fundamentales de su mandato general de protección de las poblaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf, en Argelia.
En efecto, a la vista de los numerosos abusos constatados en relación con el ACNUR, Marruecos ha pedido en repetidas ocasiones al ACNUR que muestre discernimiento y tome las medidas correctivas necesarias en respuesta a los diversos agravios expresados por el Reino.
Entre estos agravios, Marruecos señala la negativa del ACNUR a presionar para que se registre la población secuestrada en los campamentos de Tinduf en Argelia, negativa que pone al ACNUR en contradicción con su mandato general.
El Reino condena igualmente que la agencia de la ONU mantenga la confusión sobre el número real de personas secuestradas en los campamentos de Tinduf, publicando cada vez cifras artificiales contradictorias, que no son el resultado de un registro conforme a las normas internacionales, y que se consolide la malversación de la ayuda humanitaria destinada a estas personas, como atestiguan especialmente tres informes internacionales.
Además, Marruecos denuncia la total indiferencia de la organización ante la suerte de estas poblaciones secuestradas por milicias armadas, y privadas de sus derechos más elementales como la libertad de movimiento; así como su omisión en denunciar la falta de libre acceso a los campamentos, y la devolución de facto por parte de Argelia de su soberanía y de sus responsabilidades jurídicas y humanitarias hacia las poblaciones secuestradas en los campamentos a una milicia armada.
El Reino se opone también a la abstención del ACNUR de denunciar hasta la fecha el reclutamiento de niños en las milicias armadas del «polisario», práctica que viene de antiguo y que constituye una grave violación de la obligación de respetar el carácter humanitario y civil de los campamentos, así como el silencio ante los desplazamientos arbitrarios, la separación forzosa de las familias, la inseguridad y la inestabilidad en estos campamentos, que contribuyen a mantener a estas poblaciones en una situación de extrema y constante vulnerabilidad.
Teniendo en cuenta todos estos agravios, Marruecos considera que es más que urgente que la comunidad internacional tome todas las medidas necesarias para poner fin a estas violaciones y garantizar la protección de las poblaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf en Argelia.
En su llamamiento a la votación, la Misión Permanente de Marruecos llamó al ACNUR a asumir toda la responsabilidad de esta situación, que le incumbe corregir tomando todas las medidas necesarias.
También recordó que el compromiso de Marruecos en materia de política de asilo y de protección de los refugiados es reconocido mundialmente como ejemplar, subrayando que, cuando se trata de principios fundamentales, la delegación marroquí utiliza medios legítimos para hacer oír su voz y para que estas peticiones, jurídicamente justificadas y que reflejan la realidad, sean irrevocablemente tenidas en cuenta.
Aunque la delegación marroquí, fue quien ha llamado a la votación, finalmente votó por abstención, con el fin de no bloquear la noble misión humanitaria del ACNUR.