A este respecto, Bourita recordó, en un discurso pronunciado en la apertura del Retiro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH), que se celebra los días 21 y 22 actuales, a iniciativa de la Presidencia marroquí del CDH, el mensaje Real dirigido a los participantes en el Simposio Internacional organizado en Rabat con motivo del 75º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el que el Soberano afirmó que «Nuestro firme compromiso con la defensa y consagración de estos derechos, sólo puede ser igualado por nuestro sólido empeño de continuar arraigando y fortaleciendo el estado de derecho y consolidación de las instituciones, en tanto que opción voluntarista y soberana, fortaleciendo el equilibrio de estos logros, paralelamente con la interacción continua y positiva con las cuestiones emergentes de derechos humanos, tanto a nivel nacional como dentro del sistema internacional de derechos humanos».
Este enfoque Real se basa en cuatro fundamentos. El primero consiste en un enfoque basado en la apropiación y la elección voluntaria, a través de decisiones audaces e iniciativas pioneras, como la Instancia de Equidad y Reconciliación (IER), que celebra su vigésimo aniversario y que ha sido un experimento único en el ámbito de la justicia transicional que ha inspirado numerosos procesos a nivel regional e internacional, subrayó Bourita.
El segundo fundamento, prosiguió el ministro, tiende a conciliar permanentemente la universalidad de los derechos humanos y la especificidad nacional, señalando que las Altas Orientaciones Reales relativas a la reforma del Código de la Familia y la revisión de sus disposiciones son una ilustración elocuente del compromiso de Marruecos de conciliar los preceptos del Islam y los valores universales que emanan de los convenios internacionales ratificados por el Reino.
El tercer fundamento es la firme determinación de promover todos los derechos humanos: políticos, civiles, económicos, sociales y culturales», añadió Bourita.
En cuanto al cuarto fundamento, se basa en un enfoque participativo, que convierte a los componentes de la sociedad marroquí y a sus fuerzas motrices en actores activos de la consagración de los logros de la primera y segunda generaciones de derechos humanos, al tiempo que sienta las bases de una apertura progresiva hacia la tercera generación de estos derechos, como demuestra la revisión a 2030 de la primera versión de la Estrategia Nacional de Desarrollo Sostenible, agregó.
Paralelamente a los logros alcanzados a nivel nacional, Bourita subrayó que las constantes del enfoque Real son el eje principal de las contribuciones constructivas de Marruecos al desarrollo del sistema internacional de derechos humanos.
Refiriéndose a la capacidad de la única revisión institucional en curso del CDH para producir respuestas capaces de preservar la credibilidad y la eficacia del Consejo, así como la contribución de los países del Sur al desarrollo de los valores y del sistema de derechos humanos en el futuro en lugar de desempeñar el papel de consumidor, Bourita presentó varias propuestas e ideas como contribuciones a los próximos debates.
En cuanto al nivel de desarrollo de capacidades, Bourita hizo un llamamiento para ir más allá de los conceptos convencionales, reconociendo la eficiencia y eficacia de las experiencias y soluciones locales africanas, y elogiando las acciones desarrolladas por la Red Africana de Instituciones Nacionales de Derechos Humanos en materia de formación, educación y defensa, así como por la Red Africana para la Prevención de la Tortura creada en 2023.
Asimismo, señaló que los debates de este retiro no deben ser un fin en sí mismos, indicando que las conclusiones de este evento deben más bien constituir la base de un proceso de seguimiento que conduzca a un consenso más amplio, con vistas a una revisión del estatuto del Consejo de Derechos Humanos por la Asamblea General en 2026.
En este sentido, Bourita anunció que Marruecos propone acoger un diálogo periódico centrado en los retos actuales y futuros a los que se enfrenta el CDH, subrayando que el éxito o el fracaso del Consejo en el cumplimiento de sus misiones de promover y proteger los derechos humanos en todo el mundo, de tratar los casos de violaciones de los derechos humanos y de formular recomendaciones al respecto, depende del compromiso de sus miembros de traducir en acciones el espíritu de consenso y el compromiso de promover los nobles objetivos establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.