A su llegada a la explanada de la catedral, SAR el Príncipe Moulay Rachid fue recibido por el Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron y la Señora Brigitte Macron.
Tras la ceremonia de apertura de las puertas de la catedral por el arzobispo de París, Monseñor Laurent Ulrich, los invitados asistieron a la proyección de una película sobre las obras de la catedral y a un homenaje a los salvadores y constructores de Notre-Dame, con un desfile de 160 bomberos y compañeros, así como a una secuencia musical interpretada por los violinistas Renaud y Gauthier Capuçon.
A continuación, el presidente francés, Emmanuel Macron, pronunció un discurso en el que expresó «la gratitud de la nación francesa a todos los que salvaron, ayudaron y reconstruyeron Notre-Dame de París y a todos los presentes» en esta ceremonia.
Los asistentes también siguieron un discurso del Papa Francisco, leído por el nuncio apostólico, en el que rindió homenaje al «notable trabajo» de los numerosos gremios de oficios, así como a la valentía de los bomberos que salvaron la catedral.
El Papa Francisco también saludó «el gran impulso de generosidad internacional» que permitió la restauración de este monumento religioso.
Posteriormente, el arzobispo de París dirigió el rito litúrgico de reapertura de la catedral de Notre-Dame.
Unos cuarenta jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y destacadas personalidades internacionales participaron esta ceremonia.
La reconstrucción y restauración de la catedral, obra maestra del arte gótico de más de 860 años de antigüedad, parcialmente destruida por un incendio en 2019, habrá durado cinco años, movilizando a cientos de artesanos de oficios de arte.