En la apertura de esta ceremonia, el presidente de la Fundación, Michael Capasso, elogió la considerable contribución de Bouayach a los derechos humanos, tanto a nivel nacional como internacional, y subrayó que este premio es una señal de reconocimiento a su dedicación y dinamismo.
Por su parte, el embajador de Marruecos ante la Santa Sede y la Soberana Orden Militar de Malta, Rajae Naji Mekkaoui, alabó el compromiso de «una activista incansable implicada en la defensa de los derechos humanos».
Con esta ocasión, Bouayach subrayó que este prestigioso premio mediterráneo, que representa «un gran orgullo» y «un inmenso honor» para ella como mujer y activista, es ante todo un homenaje a Marruecos por su decidido compromiso con los valores universales de dignidad, justicia e igualdad, bajo el ilustrado liderazgo de SM el Rey Mohammed VI.
La ceremonia, que tuvo lugar en presencia del cónsul general de Marruecos en Nápoles, M'Hammed Khalil, y de numerosas personalidades del mundo político, diplomático, cultural y mediático marroquí, italiano e internacional, fue organizada por la Fundación Estados Unidos del Mundo, y estuvo marcado por una visita al museo de la Fundación, que contiene una antología del patrimonio de varios países del mundo, incluida una sección dedicada a la artesanía ancestral del Reino.