En una aclaración, la DGAPR señaló que el interesado omitió que, desde su primera detención en la prisión local de Ain Sebaa, había solicitado a la dirección del establecimiento una celda individual, indicando que la dirección había respondido favorablemente a su solicitud y que había sido recluido en una celda individual que cumplía todas las normas higiénicas necesarias y preservaba su dignidad como detenido.
Añadió que OR también pretendió que había sido sometido a una vigilancia estricta, mientras que la vigilancia a la que había sido sometido se aplica a todos los detenidos, en particular en lo que respecta a las llamadas telefónicas y las correspondencias externas, de conformidad con la ley que rige los establecimientos penitenciarios.
El interesado también difundió mentiras sobre la prisión de Tiflet 2, pretendiendo la existencia de insectos en la celda colectiva a la que había sido trasladado a petición suya, mientras que la Delegación general dedica un presupuesto al mantenimiento de la limpieza de los establecimientos penitenciarios, prosiguió la misma fuente.
La aclaración precisa también que el interesado se beneficiaba del recreo, de clases de música en el centro pedagógico del establecimiento y de una atención médica adecuada, mediante consultas médicas realizadas por el personal médico del establecimiento siempre que fuera necesario.
El interesado también tenía derecho a la medicación prescrita, así como a la aportada por su familia, y a una dieta prescrita por el médico del establecimiento.
El ex recluso sufrió una fractura dentro de la prisión de Tiflet 2 como consecuencia de un pulso con otro recluso, lo que hizo necesaria su evacuación urgente a un hospital externo para ser operado, añadió la misma fuente.
La dirección informó a la fiscalía para que se llevara a cabo una investigación, explica la aclaración, mientras que a su familia, que había sido informada del incidente, se le dio permiso para visitarlo en el hospital.
El ex recluso (OR) recibió varias visitas del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la comisión regional que depende de él, afirma la DGAPR, señalando que nunca ha presentado una queja sobre su situación dentro del establecimiento.