En un discurso dirigido a la 65º sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, y cuya lectura ha sido dada por el Primer ministro, Abbas El Fassi, el Soberano indicó que en el balance presentado hace dos días sobre las realizaciones de los Objetivos del Milenio se ha constatado que “la sucesión de las crisis y el impacto del cambio climático, han retrasado sensiblemente la consecución de la mayoría de estos objetivos en numerosos países en desarrollo, especialmente en nuestro continente africano”.
“Con una población que supera los 900 millones de habitantes y disponiendo de recursos naturales que garantizan su autosuficiencia, África podría perfectamente convertirse en un continente para el desarrollo”, subrayó SM el Rey, antes de añadir que “a pesar de este potencial, África permanece marginada en lo que se refiere al flujo de inversiones extranjeras directas; una tendencia que no ha hecho sino acentuarse con la crisis económica y financiera mundial”.
El Soberano indicó que “los importantes desafíos engendrados por la globalización apelan a las Naciones Unidas a emprender reformas urgentes y concretas en torno a la arquitectura actual de la gobernanza económica mundial, así como a impulsar una mayor movilización a fin de asentar las bases de un nuevo orden ecológico mundial, justo, equilibrado y eficiente, capaz de preservar nuestro planeta Tierra para las generaciones presentes y venideras”.