En un discurso a la II Cumbre árabe-africana, que abrió sus trabajos hoy domingo en Sirte, SM el Rey indicó que partiendo de la convicción de que “la consecución de una integración africana global pasa inexorablemente por la conjunción y coordinación de los esfuerzos desplegados por los agrupamientos regionales”, Marruecos asegura su disposición de intensificar su “papel activo dentro del agrupamiento de los países del Sahel y del Sahara, obrando por la presentación de promisorias iniciativas africanas, tal el caso de la iniciativa de diálogo, lanzada en Rabat en 2009, que ha conseguido congregar a más de 20 países africanos atlánticos”.
Animado por esta convicción, agregó SM el Rey, el Reino de Marruecos aspira “con perseverancia y determinación, a sacar la Unión del Magreb Árabe de su lamentable estado de inercia y superar las trabas coyunturales y objetivas que afronta, confiando en que la misma contribuirá en aportar una dinámica a nuestra cooperación, conforme al espíritu y letra de la histórica Declaración de Marraquech por la que se establece este agrupamiento, que ha hecho de la integración de sus cinco países, uno de los sólidos pilares y objetivos esenciales de la unidad, progreso y prosperidad del continente africano”.
SM el Rey subrayó que “la consecución del desarrollo sostenible para nuestros dos agrupamientos requiere el afianzamiento de la seguridad y de la estabilidad, a la vez que apela a la difusión de la cultura de la paz, que tan arraigada se halla en nuestras tradiciones árabes y africanas, haciendo frente a los peligros que acechan a la unidad de nuestros países y salvaguardando sus constantes nacionales, a través de la eliminación de los focos de conflictos regionales artificiales, que han hecho de varias regiones, como el Cuerno de África y la región del Sahel y del sur del Sahara, un terreno abonado para la violencia y el terrorismo así como para la propagación de las bandas y redes del narcotráfico y de la migración ilegal transfronteriza”.
Sobre esta base, SM el Rey afirmó haber “orientado a nuestra diplomacia para emprender un proceso de diálogo, a fin de establecer un enfoque africano, realista y global, para gestionar eficaz y humanamente las cuestiones migratorias y del desarrollo desde la solidaridad, lejos de todo planteamiento securitario unilateral. Tal propósito se ha visto materializado con la celebración, en Rabat, de la primera Conferencia ministerial Euro-Africana sobre esta complicada y dramática cuestión”.
SM el Rey insistió, a este respecto, en “la apremiante necesidad de conjugar y coordinar nuestros esfuerzos, tanto nacionales como regionales y continentales, con el objeto de afrontar estas plagas que a todos nos amenazan por igual”.
El Soberano puso también el acento sobre “la necesidad de una aplicación precisa de la estrategia de nuestra cooperación y del plan de acción conjunta de nuestros dos agrupamientos, para los años 2011-2016, en la medida en que constituyen el modo más indicado para su puesta en marcha, conforme a un orden de prioridades claro y preciso, que responda profundamente a las necesidades de nuestros países”.
En este sentido, SM el Rey hizo especial hincapié en la importancia que reviste “la modernización y desarrollo de los mecanismos de nuestra cooperación, para hacer que sea más adecuada y coherente con las verdaderas preocupaciones de nuestros pueblos hermanos, abriéndose sobre el sector privado, los consejos e instancias electas, las elites intelectuales y los actores de la sociedad civil, a fin de garantizar su adhesión a la misma”.