A su llegada a la plaza Chouhada (Bab Bouhaja), SAR el Príncipe heredero Moulay El Hassan pasó revista a un destacamento de la Guardia Real que rendía los honores, antes de ser saludado por los ministros de Habices y Asuntos Islamicos, de Cultura, el wali de la región de Rabat-Salé-Zemmour-Zaer, gobernador de la prefectura de Rabat, y por otras personalidades.
SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan se dirigió después al palco de honor donde siguió el comienzo de la tradicional procesión de los cirios, marcada por un desfile abierto por la bandera nacional bajo los acordes de la fanfarria municipal, seguido por la presentación de retratos de SM el Rey Mohammed VI y del difunto SM Hassan II, así como del emblema del Reino y maquetas de las mezquitas Al Aqsa y Hassan II.
Varias tropas folklóricas, que vinieron de diferentes regiones de Marruecos, amenizaron el ambiente festivo de esta ceremonia con espectáculos sacados del rico patrimonio cultural popular marroquí.
La procesión, que es una tradición instaurada en Marruecos por el Sultán Ahmed Al Mansour Addahbi, fue clausurada por el paso de los portadores de los cirios.
Después, se procedió a la lectura de un mensaje de fidelidad y de lealtad dirigido a SM el Rey Mohammed VI por los churfas (descendientes del Profeta) Hassuníes en el cual ruegan al Todopoderoso preservar al Soberano, Amir Al Mouminin, y colmar a Su Majestad en la persona de SAR el Príncipe heredero Moulay El Hassan, de SAR el Príncipe Moulay Rachid y del conjunto de los miembros de la ilustre familia real.
Con la misma ocasión, el Nakib de los churfas hassuníes ofreció a SAR el Príncipe heredero Moulay El Hassan una serie de manuscritos de valor, entre ellos un manuscrito raro sobre el árbol genealógico del Profeta Sidna Mohammad, el de "Rissalat Al Akaid wa tawhid" de Mohamed Abdellah Ibn Hassoun, "Hizb Al Cheikh" de los wirds escrito en el siglo 10 de la hégira (siglo 16 de la era georgiana).
Organizada cada año bajo el Alto Patrocinio de SM el Rey Mohammed VI para celebrar Aid Al-Mawlid Annabaoui, la procesión de los cirios constituye una tradición perpetuada por los marroquíes que demuestra su apego a su patrimonio ancestral.