A su llegada a la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que alberga este acto, SAR la Princesa Lalla Hasnaa ha sido recibida por el director general del organismo de la ONU, Jose Graziano da Silva y la directora general adjunta de la FAO, Maria Helena Semedo.
Asimismo, ha sido saludada en particular por Matteo Renzi, presidente del Consejo italiano, Daniel Gustafson, director general adjunto de operaciones (FAO), Macharia Kamau, enviado especial de las Naciones Unidas sobre el Niño y el Clima, y Fernando Chica Arellano, observador permanente de la Santa Sede ante la FAO.
En una alocución, SAR la Princesa Lalla Hasnaa ha afirmado que la apertura del Día Mundial de la Alimentación dedicado, este año, a la temática del cambio climático y la seguridad alimentaria es para ella un motivo de alegría y orgullo, rindiendo homenaje a Graziano da Silva, y a través del mismo al conjunto del personal de la FAO, por esta cita anual consagrada a la lucha contra el hambre y la desnutrición.
Anualmente, esta jornada viene a arrojar la luz sobre una de las numerosas facetas de la seguridad alimentaria, tales como las vulnerabilidades y pobreza en el medio rural, los sistemas de producción agrícola respetuosos del medio ambiente y la biodiversidad, o incluso la integración de las mujeres y jóvenes, ha indicado.
La seguridad alimentaria, ha subrayado Su Alteza Real, sigue constituyendo uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la humanidad. Efectivamente, si en la actualidad unas 800 millones de personas se hallan en situación de inseguridad alimentaria, la producción agrícola mundial deberá incrementarse en más del 70%, en el horizonte de 2050, para responder a las necesidades de una población mundial estimada en 9 mil millones de personas.
Ante la degradación de los recursos naturales y suelos, la acentuación del estrés hídrico y la urbanización acelerada “profundas evoluciones han de producirse en nuestra manera de concebir el futuro de la agricultura y la alimentación”, ha agregado.
En este sentido, no deja de ser emblemático el hecho de que más de 100 alcaldes signatarios del Pacto de Milán para las políticas alimentarias urbanas, se reúnan con ocasión de la celebración de este Día, con el fin de tratar el tema de la accesibilidad a los alimentos de calidad en el medio urbano, ha indicado Su Alteza Real, agregando que “Si nuestros sistemas agrícolas han tenido desde siempre por objeto garantizar nuestra seguridad alimentaria, protegiendo el medioambiente y los recursos naturales, ahora están igualmente obligados a participar en la lucha contra los cambios climáticos, adaptándose a los mismos”.
La agricultura es un sector con una fuerte contribución en materia de atenuación. La mejora de las prácticas agrícolas no sólo permite reducir las emisiones de gas con efecto invernadero, sino también preservar el poder de captura de carbono en los suelos y limitar la deforestación. La agricultura contribuye, igualmente, a la sobriedad en otros sectores, tales como la energía, los transportes o la construcción, ofreciendo productos de sustitución procedentes de la biomasa agrícola o forestal, ha señalado SAR la Princesa Lalla Hasnaa.
Sin embargo, la adaptación de la agricultura viene a ser igualmente primordial. Tal y como ha sido puesto de relieve por la FAO, la agricultura figura a la cabeza de prioridades de las Contribuciones Previstas Determinadas a nivel Nacional (CPDN), para una gran mayoría de países, ha afirmado.
El año 2015, ha recordado SAR la Princesa Lalla Hasnaa, ha constituido un viraje histórico a raíz de la adopción de tres importantes acuerdos, a saber, el plan de acción de Addis-Abeba sobre la financiación del desarrollo, la agenda 2030 de Naciones Unidas para el desarrollo sostenible y el Acuerdo de París sobre el clima.
Estos tres acuerdos vuelven a colocar el desarrollo sostenible, equitativo y solidario en el centro de las prioridades y apuestas internacionales. Al insistir en la urgencia de una acción colectiva, tales acuerdos preconizan un enfoque global, integrado e inclusivo, que toma en consideración la naturaleza limitada de los recursos naturales y la exigencia de una doble solidaridad intra e intergeneracional, ha añadido.
Inscribiéndose resueltamente dentro de esta dinámica, el Reino de Marruecos ha elegido hacer de la COP22, que la ciudad de Marraquech acogerá el próximo mes de noviembre, la COP de la acción y de la puesta en práctica del Acuerdo de París, ha subrayado SAR la Princesa Lalla Hasnaa.
En este sentido, la Presidencia marroquí velará por mantener el espíritu de movilización que ha prevalecido en París, en lo relativo al incremento de las financiaciones destinadas al clima, al desarrollo de pericias y a la transferencia de tecnologías, poniendo el acento especialmente en el afianzamiento de las capacidades de adaptación, de manera prioritaria, de los países del Sur y pequeños Estados insulares, ha asegurado recordando que SM el Rey Mohammed VI había subrayado que el desafío de la COP22 será también, “el de hacer oír en la misma la voz de un África unida, fuerte, movilizada y, en definitiva, escuchada y oída”.
La seguridad alimentaria, ha agregado, constituye un eje central del desarrollo en África, que posee el 60% de las tierras arables no cultivadas en el mundo. Actuando a la vez sobre la adaptación y la atenuación, la agricultura africana formará parte de la solución a los cambios climáticos y a la seguridad alimentaria global, ha estimado Su Alteza Real, subrayando que Marruecos lanza una iniciativa relativa a África, que se inscribe en la continuidad de recientes movilizaciones a favor de la agricultura africana, especialmente la Declaración de Abiyán, que busca un desarrollo agrícola resistente en África.
La iniciativa marroquí para la “Adaptación de la Agricultura Africana”, o “Triple A”, es un llamamiento a la acción, ha subrayado, agregando que su objetivo consiste en hacer de este eje una de las prioridades de la Agenda de la COP22. En este sentido, su fuerza reside en el vínculo que establece entre el ámbito del clima y el de ayuda al desarrollo, ya tratados separadamente.
“Triple A” busca reforzar las financiaciones dedicadas a la adaptación de la agricultura africana, por un lado, así como acelerar la puesta en práctica de proyectos operativos específicos y prioritarios a favor de la seguridad alimentaria, por otro, ha dicho SAR la Princesa Lalla Hasnaa.
“El destino de nuestro planeta está todavía entre nuestras manos y no se nos debe escapar. No es demasiado tarde para actuar a fin de reducir los impactos del cambio climático sobre nuestras agriculturas”, ha añadido.
En este sentido, SAR la Princesa Lalla Hasnaa ha advertido de que “si permanecemos con los brazos cruzados ante sus repercusiones sobre la seguridad alimentaria e hídrica, sólo conseguiremos que los logros alcanzados estas últimas décadas en materia de desarrollo sean puestos en entredicho, impidiendo todo progreso” subrayando que “a todos nos corresponde, pues, velar por emprender, sin más demora, todas las medidas susceptibles de garantizar un desarrollo respetuoso y armonioso hacia las necesidades del Hombre y de su planeta”.
Anteriormente, el director general de la FAO y el presidente del Consejo italiano se habían congratulado por la presencia de SAR la Princesa Lalla Hasnaa que "refleja el compromiso de Marruecos con el clima".