En esta dolorosa circunstancia, el Soberano expresa a los miembros de la familia del difunto y a través de ellos, a todos sus familiares y amigos, sus profundas condolencias y su profundo sentimiento de compasión frente a la pérdida de uno de los hijos de Marruecos "reconocido por su patriotismo sincero, su adhesión inquebrantable a los valores sagrados de la nación, así como su abnegación y dedicación al servicio de los intereses supremos de la patria y en el ejercicio de los diferentes puestos que ha ocupado y las altas responsabilidades que le han sido asignadas, especialmente como ministro de Habices y Asuntos Islámicos o como director general de la Agencia Bayt Mal Al Qods Acharif".
SM el Rey implora a Dios que rodee al difunto de su santa misericordia, le acoja en su vasto paraíso y le recompense generosamente por sus servicios meritorios a su religión, su patria y su Rey y por las nobles acciones emprendidas para la gloria de Dios y otorgue paciencia y consuelo a su familia y a sus allegados.