A su llegada a la mezquita, el Soberano pasó revista a un destacamento de la Guardia Real que le rindió honores.
Después de la oración del Eid, el Imán recordó en su sermón la historia del Profeta Ibrahim con su hijo Ismael y los nobles valores que representa la misma, a saber el sacrificio, el altruismo y la generosidad, agregando que Eid Al Adha, que corona el rito de la peregrinación a La Meca, constituye una oportunidad para todos los fieles de dar las gracias a Dios por sus dones.
En la misma línea, el imán indicó que Dios gratificó a Marruecos con nobles y valientes Reyes que obran por preservar el Islam y promover las condiciones de vida de sus fieles súbditos, subrayando que desde su entronización, SM el Rey Mohammed VI no escatima esfuerzo alguno para garantizar el progreso y la prosperidad de su pueblo.
El Soberano prosigue con determinación el proceso de reforma y de desarrollo del Reino, velando por el respeto de la autenticidad religiosa de su pueblo, de sus valores y de sus tradiciones, añadió.
Posteriormente, SM el Rey fue saludado por los jefes de las misiones diplomáticas islámicas acreditadas en Marruecos, que le expresaron sus mejores deseos por esta feliz ocasión.
Acto seguido, SM el Rey, Amir Al Muminin, procedió al ritual del sacrificio, siguiendo la tradición del Profeta Muhammad, la paz y la bendición sean sobre él. Por su parte, el imán de la mezquita inmoló el segundo cordero.
Al término de esta ceremonia, SM el Rey regresó al Palacio Real, mientras que las salvas de cañón sonaban en signo de alegría con motivo del advenimiento de este día de fiesta.
En el Palacio Real, SM el Rey, acompañado por SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan, recibió las felicitaciones de SAR el Príncipe Moulay Rachid y SA el Príncipe Moulay Ismail.
Igualmente, SM el Rey recibió las felicitaciones del jefe del Gobierno, los presidentes de las dos Cámaras del Parlamento, los consejeros del Soberano, los miembros del Gobierno, los altos comisarios, los presidentes de las instancias constitucionales, los directores de los gabinetes reales, los cuñados del Soberano, los oficiales superiores del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Reales y varias altas personalidades civiles y militares.