"Este modelo no puede reducirse al mero aspecto económico, porque constituye un proyecto societal integral que busca la prosperidad del hombre y la salvaguarda de su dignidad, colocándolo en el centro de la operación de desarrollo", precisó SM el Rey.
Subrayando la determinación de Marruecos de continuar la labor de promover el desarrollo de las provincias del sur y garantizar la libertad y dignidad de sus poblaciones, el Soberano aseguró que el Reino continuará la implementación del modelo de desarrollo propio de estas provincias, paralelamente a la puesta en marcha de la regionalización avanzada, a fin de que los habitantes de la zona puedan llevar democráticamente sus asuntos y contribuir al desarrollo de su zona.
A este respecto, SM el Rey expresó su convicción de que los proyectos lanzados, y aquellos que sucederán, harán del Sáhara marroquí un polo económico integrado que le habilitará a desempeñar su papel como un punto de enlace entre Marruecos y su profundidad africana, así como un eje para las relaciones entre los países de la zona.
El Soberano hizo observar además que más allá de su dimensión económica, el modelo de desarrollo de las provincias del Sur confiere un lugar particular a la preservación del patrimonio cultural y civilizador saharauí, agregando que “de ahí, el que procuremos cuidar y difundir la cultura hassaní, disponiendo las estructuras y servicios culturales y estimulando las iniciativas y manifestaciones artísticas, además de reservar un lugar de honor a los artistas, a la cultura y a la creatividad”.
“Esto mismo hacemos al tratase de todos los componentes de la identidad marroquí unitaria, ya que no establecemos distinción alguna entre el patrimonio y las especificidades culturales y lingüísticas de las diferentes regiones de Marruecos, ya se trate del Sáhara, de Sus, del Rif, del Atlas o de la Región oriental”, subrayó el Soberano.
SM el Rey explicó, a este respecto, que esta voluntad de cuidar el legado cultural local no significa en ningún caso estimular el fanatismo o el ostracismo, como tampoco debe constituir un móvil para el extremismo o el separatismo. “Tal cuidado viene más bien a reflejar Nuestro orgullo por los múltiples y diversos afluentes que conforman la identidad nacional, en el seno de Marruecos, con sus regiones unidas”, agregó el Soberano.
“Nuestra responsabilidad colectiva reside en la preservación de este capital cultural y civilizador nacional, salvaguardando sus componentes y afianzando la comunicación y el cruce de sus elementos, en el seno de la apertura sobre los valores y las civilizaciones planetarias y sobre el mundo del conocimiento y la comunicación”, insistió SM el Rey.