“Desde el año 2015, más de 6200 migrantes africanos perdieron la vida en el Mediterráneo. Para que las mujeres, los niños y los hombres muertos en Lampedusa, lo mismo que las prácticas inmundas en Libia, no hayan sido en vano, ¡debemos actuar!”, indicó el Soberano en un mensaje dirigido a la trigésima cumbre de la Unión Africana, que fue leído, hoy lunes en Adís Abeba, por el jefe del gobierno, Saad Eddine El Othmani.
En este mensaje, el Soberano interpela el continente sobre la necesidad de cambiar la mirada que tienen las sociedades africanas hacia esta cuestión, preguntándose cuántos dramas de la migración serán necesarios para este cambio.
“¿Cuántos dramas de la migración serán necesarios para que cambie la mirada que tienen nuestras sociedades hacia esta cuestión?”, se pregunta el Soberano, subrayando que “ahora, más que nunca, ha llegado el tiempo para que nuestro continente trate la Migración en el seno de un espíritu de completa solidaridad”.
Para ello, “nuestra sabiduría colectiva, será nuestra principal baza para la puesta en marcha de la Agenda Africana para la Migración. La unión es la clave del éxito y la cooperación interafricana, su camino”, aseguró el Soberano.
Para SM el Rey, la migración, reducida a sus proporciones reales, lejos de los mitos que la proyectan como una imagen escandalosamente deformada, es “una apuesta planetaria y crucial para nuestro continente”.
“Por lo tanto, merece un nuevo enfoque afro-centrado que concilie el realismo, la tolerancia y la primacía de la razón sobre los temores”, prosiguió el Soberano, subrayando la necesidad de adoptar una perspectiva positiva sobre la cuestión de la migración, privilegiando la lógica humanista de responsabilidad compartida y de solidaridad.
El Soberano recuerda que la Agenda Africana para la Migración, sometida a la trigésima cumbre de la UA, propone un procedimiento fundado sobre políticas nacionales, una coordinación subregional, una perspectiva continental y una cooperación internacional.
Este documento supone un cambio de paradigma, una redefinición introspectiva y positiva de la migración, así como una voluntad política real de los Estados, interesados, todos ellos, en que la migración se haga dentro de la seguridad, la legalidad, la regularidad, el orden y el respeto de los derechos humanos, destaca el mensaje real.
“Esta Agenda debe encaminarse hacia la vía que hace de la migración una palanca de codesarrollo, un pilar de la Cooperación Sur-Sur y un vector de solidaridad”, concluyó el Soberano.