He aquí el texto íntegro del discurso real:
"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros,
Querido pueblo,
A través de su ancestral historia, Marruecos siempre fue favorecido por Dios el Altísimo al otorgarle la gracia de la unidad y cohesión, en todas las situaciones y circunstancias.
En este sentido, la celebración de la Fiesta del Trono, cuyo decimonoveno aniversario conmemoramos en el día de hoy, constituye la materialización de la pleitesía que a ti me vincula y la promesa que recíprocamente nos hemos dado de ser permanentemente fieles a los valores constantes y sagrados de Marruecos, consintiendo todos los sacrificios por su unidad y estabilidad.
Efectivamente, esta promesa existente entre los soberanos e hijos de esta nación permanece como el inexpugnable baluarte que protege a Marruecos contra las maniobras de los enemigos y las distintas amenazas.
También nos ha permitido, en el seno de la unidad, seguridad y estabilidad, superar las dificultades y alcanzar múltiples logros y realizaciones, que nos enorgullecen.
Marruecos es nuestra patria y nuestro hogar común que a todos nos incumbe preservar, y a cuyo desarrollo y progreso todos debemos contribuir.
El verdadero patriotismo refuerza la unidad y la solidaridad, sobre todo en los momentos difíciles. A los auténticos marroquíes no les afectan las cambiantes vicisitudes, por muy duras que a veces se presenten; más bien arraigan su fe y refuerzan su voluntad para afrontar las dificultades y retos.
Estoy seguro de que no van a permitir que los catastrofistas, nihilistas y vendedores de ilusiones aprovechen determinadas disfunciones para menoscabar la seguridad y estabilidad de Marruecos, o desdeñar sus logros y realizaciones.
Pues bien saben que los que más pierden cuando se instala el desorden y la anarquía, son, sin diferencia, el país y los ciudadanos.
Vamos a seguir caminando y trabajando juntos a fin de superar los escollos circunstanciales y objetivos, disponiendo las condiciones adecuadas para llevar a la práctica los programas y proyectos de desarrollo, creando oportunidades de empleo y garantizando la vida digna.
Querido pueblo,
Para conseguir logros, corregir disfunciones y tratar cualquier problema económico o social, se requiere el esfuerzo colectivo, además de la planificación y coordinación entre las distintas instituciones y actores, particularmente entre los miembros del gobierno y los partidos que lo componen.
Es también necesario elevarse sobre las diferencias circunstanciales, además de obrar por mejorar el rendimiento de la administración y por el buen funcionamiento de las instituciones, lo que puede reforzar la confianza y tranquilidad dentro de la sociedad y entre todos sus componentes.
Así pues, hay que tomar en consideración que los asuntos de los ciudadanos no admiten postergación ni demora, porque no guardan relación con un determinado período. Las formaciones políticas serias son aquellas que apoyan a los ciudadanos, en todas las circunstancias.
En realidad, los partidos hacen esfuerzos por cumplir con su cometido.
Pero antes deben atraer a nuevas élites y movilizar a los jóvenes para tomar parte en la acción política, porque las nuevas generaciones bien conocen los problemas y exigencias de la época actual.
También tienen que renovar los estilos y mecanismos de su funcionamiento.
Por lo tanto, es de esperar que las distintas formaciones políticas y partidistas estén en sintonía permanente con las reivindicaciones de los ciudadanos, interactuando inmediatamente con los acontecimientos y desarrollos que acaecen en la sociedad, incluso diría anticipándose a los mismos, en lugar de dejar que se agraven, como si fueran asuntos que no les conciernen.
Querido pueblo,
Para mí, como rey y como persona, la cosa social reviste un interés capital y me preocupa sobremanera.
Así pues, desde mi accesión al Trono, no he dejado nunca de tomar el pulso a la sociedad y estar a la escucha de las legítimas aspiraciones de los ciudadanos, obrando constantemente, con esa esperanza que no me abandona, para mejorar sus condiciones.
Mas si todas las realizaciones y logros alcanzados por Marruecos y los marroquíes, en estas dos décadas, son motivo de satisfacción y orgullo, sigo sintiendo que algo nos falta en el ámbito social.
Con la ayuda de Dios vamos a seguir trabajando en este dominio, con total entrega y empeño, para que, entre todos, consigamos poner el dedo sobre los puntos flojos que hay que tratar.
El volumen de las carencias sociales y los medios para realizar la justicia social y espacial, figuran entre los motivos más importantes que nos han impulsado, con ocasión del Discurso de la inauguración del Parlamento, a invitar a renovar el modelo de desarrollo nacional.
No es lógico tener más de cien programas de apoyo y protección social, de distinto alcance, a los que se dedican decenas de miles de millones de dírhams, desperdigados entre numerosos sectores ministeriales e intervinientes públicos.
Además, tales programas acusan interferencias, déficit de armonía entre sí e incapacidad para seleccionar a los sectores meritorios.
Dadas estas condiciones, ¿cómo pueden estos programas responder eficazmente a las necesidades de los ciudadanos y palpar sus efectos?
No hace falta recordar que no estamos criticando por criticar; sino que consideramos que la autocrítica es una virtud y algo saludable, siempre y cuando la palabra vaya acompañada del acto y dé lugar a mejoras.
En este contexto, consideramos la nueva iniciativa de creación del "Registro social unificado" como un comienzo prometedor para mejorar el rendimiento de los programas sociales, de manera escalonada, a corto y medio plazo.
He aquí un sistema nacional de registro de la familia que prevé programas de apoyo social a las familias, determinando aquellas que realmente lo merecen, mediante la adopción de criterios precisos y objetivos, y el recurso a las nuevas tecnologías.
Se trata de un proyecto social estratégico y ambicioso, que concierne a amplios sectores de marroquíes. No debe entenderse, pues, como un mero programa gubernamental circunscrito únicamente a una legislatura o una visión de un sector ministerial o de un actor partidista o político, sino mucho más que todo aquello.
Querido pueblo,
Mi ambición de promover las condiciones sociales va mucho más allá del establecimiento de un mecanismo o un programa, por muy importantes que éstos sean.
Por ello invito al Gobierno y a todos los actores concernidos para proceder a la reestructuración global y profunda de los programas y políticas nacionales en el dominio del apoyo y protección social, elevando propuestas acerca de su evaluación.
Ello requiere la adopción de un enfoque asociativo, una lejanía de miras y una perseverancia, así como la celeridad en la ejecución, la valoración de los logros y el aprovechamiento de las experiencias exitosas.
En espera de recoger todos los frutos de esta reforma, incitamos a tomar una serie de medidas sociales transitorias, en armonía con la reestructuración que deseamos.
Invito al Gobierno a emprender la tarea de preparar dichas medidas dentro de los plazos más próximos, informándome periódicamente de su evolución.
Y con el fin de obtener un efecto directo y concreto, quiero insistir sobre la prioridad que requieren las iniciativas de carácter urgente en los siguientes ámbitos:
· Primero: otorgar un fuerte impulso a los programas de escolarización y lucha contra el abandono escolar, a partir del próximo curso escolar, incluyendo el programa Tayssir, de apoyo financiero a la escolarización, enseñanza preescolar, transporte escolar, restaurantes escolares e internados.
Todo ello con el objetivo de reducir los gastos soportados por las familias, apoyando a estas últimas para que sus hijos puedan continuar su escolarización y formación.
· Segundo: lanzar la tercera etapa de la Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano, consolidando sus logros y reorientando sus programas para promover el capital humano y las nuevas generaciones, así como apoyando los sectores en situación difícil y lanzando la nueva generación de iniciativas generadoras de ingresos y de creación de oportunidades de empleo.
· Tercero: corregir las disfunciones registradas por la aplicación del programa de cubertura médica “RAMED”, paralelamente a una revisión en profundidad del sistema nacional de sanidad, que acusa disparidades alarmantes y déficit de gestión.
· Cuarto: procurar que el diálogo social sea encaminado rápidamente hacia un buen fin. En este sentido, invitamos a los diferentes actores sociales a considerar el interés supremo y ataviarse de espíritu de responsabilidad y consenso, con el fin de alcanzar un Pacto social equilibrado y sostenible, que garantice la competitividad empresarial y favorezca el poder adquisitivo de la clase obrera, tanto en el sector público como privado.
Sobre este tema, quiero decir al Gobierno que el diálogo social es un deber que se impone, y el recurso al mismo ha de ser permanente. En efecto, el Gobierno está llamado a reunirse y a comunicar de manera regular con los sindicatos, independientemente de los resultados que puedan surgir de dicho diálogo.
En relación con esta cuestión, siempre he tenido la convicción de que la mejor protección social reside en la creación de oportunidades de empleo productivo que garantizan la dignidad.
En realidad, la creación de oportunidades de empleo o de un sistema social moderno y apropiado, pasa imperativamente por la consecución de una mutación cualitativa en los ámbitos de la inversión y apoyo al sector productivo nacional.
Para alcanzar tal finalidad, se ha de obrar principalmente por llevar a buen término las siguientes tres obras básicas:
· Primero: promulgar la Carta de la desconcentración administrativa en un plazo que no podrá exceder de finales del próximo mes de octubre, de tal modo que los responsables locales puedan tomar las decisiones y poner en marcha los programas de desarrollo económico y social, en coherencia y complementariedad con la regionalización avanzada.
· Segundo: no hay que tardar en publicar la nueva Carta de inversión e implementación de la reforma de los centros regionales de inversión, dotándolos de las atribuciones necesarias para desempeñar su cometido, como puede ser la aprobación de las decisiones por mayoría de los miembros presentes, en lugar de la unanimidad actualmente en vigor, además de agrupar el conjunto de las comisiones concernidas por la inversión en una sola comisión regional, con el fin de poner término a los obstáculos y justificaciones que oponen algunos sectores ministeriales.
· Tercero: la adopción de textos jurídicos que estipulen:
o Por una parte: la fijación de un plazo máximo de un mes, para determinadas administraciones, con el fin de responder a las solicitudes relacionadas con la inversión, advirtiendo que una ausencia de respuesta dentro de dicho plazo, se consideraría como una aprobación por parte de las mismas,
o Por otra parte: que ninguna administración pública solicite del inversor documentos o datos previamente presentados a otra administración pública, ya que los servicios públicos deben coordinar e intercambiar informaciones, mediante el recurso a la informática y nuevas tecnologías.
Esperamos que estas medidas decisivas constituyan un fuerte estímulo y un aliciente sin precedentes para la inversión, la creación de empleo y la mejora de la calidad de los servicios prestados a los ciudadanos. También esperamos que las mismas pongan fin a la lentitud, que conduce a la corrupción, como bien saben todos los marroquíes.
Ello constituirá igualmente un motivo para reformar la administración, en la medida en que permitirá la aplicación del principio de rendición de cuentas y detección de los puntos flojos de esta reforma.
En este sentido, hay que hacer todo lo posible por que estas medidas se realicen en el ámbito de la inversión, en espera de que sean generalizadas a los diferentes ámbitos de relación de la administración y el ciudadano.
No obstante, y cualquiera que fuera la calidad de los textos jurídicos, su buena aplicación permanecerá supeditada a la seriedad y compromiso de todos y cada uno de los responsables administrativos.
Por otra parte, insistimos en la necesidad de actualizar los programas de acompañamiento destinados a las empresas, incluida la facilitación de su acceso a la inversión, la mejora de su productividad así como la formación y preparación de sus recursos humanos.
El objetivo marcado no es otro sino elevar la competitividad de la empresa marroquí y su capacidad de exportación, creando oportunidades de empleo, especialmente en el seno de las pequeñas y medianas empresas, que requieren una atención especial, ya que constituyen el 95% del tejido económico nacional.
La empresa productiva necesita, actualmente, una mayor confianza del Estado y de la sociedad, para que la inversión recupere su debido nivel y pueda pasar del estado de expectación negativa a la iniciativa seria y creativa.
En efecto, la recuperación de la vitalidad económica se halla estrechamente vinculada a la participación de la empresa, a la renovación de la cultura empresarial y a la fructificación de las numerosas posibilidades que Marruecos ofrece, sin dejar de tener presentes los retos inherentes a la competitividad internacional y, a veces, incluso a las guerras económicas.
Querido pueblo,
Nuestro empeño en promover las condiciones sociales y relevar los desafíos económicos es únicamente equiparable a nuestro esfuerzo por preservar y fructificar los recursos estratégicos de nuestro país, especialmente el agua, en consideración del papel principal que d