He aquí el texto íntegro del mensaje Real, leído por el jefe del Gobierno, Saad Dine Otmani:
"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor enviado de Dios, su familia y compañeros
Excelencias, Señoras y Señores, Jefes de Estado y de Gobierno,
Señor Secretario General de las Naciones Unidas,
Señora Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para las Migraciones,
Señoras y Señores, Directores Generales de Organismos Internacionales,
Señoras y Señores Ministros,
Excelencias, Señoras y Señores,
Para una cita histórica, como la que nos reúne en el día de hoy, ¿acaso hay otro lugar más simbólico que África –origen de los primeros desplazamientos humanos; o que Marruecos, tierra de inmigración, tránsito y emigración; o que Marraquech - su crisol intemporal?
Con orgullo y humildad, les damos la bienvenida en esta tierra africana de Marraquech.
Es realmente un orgullo que la comunidad internacional haya elegido el Reino de Marruecos para celebrar este acontecimiento planetario; pero ante la magnitud de la causa, el camino recorrido y el trabajo que queda por hacer, no nos cabe sino proceder con humildad.
Por otra parte, no es fortuita la coincidencia con la conmemoración del 70º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Es una feliz coincidencia; al igual que en 1948, cuando la humanidad se despertaba definitivamente ante la universalidad de los derechos humanos, que iban más allá de las naciones, las culturas y las civilizaciones.
De igual modo, en 2018, decididamente se despierta ante la migración global, que trasciende fronteras, divisiones y continentes.
La historia recordará que fue bajo el mandato y la égida de Su Excelencia Don António Guterres cuando se llevó a cabo este acontecimiento fundador.
También quiero saludar, a través de Ustedes, a la Representante Especial para las Migraciones, la Sra. Dª. Louise Arbour, y con ella, a todas las almas que sostienen la causa que hoy nos une aquí.
Excelencias, señoras y señores,
El interés del Reino de Marruecos por el tema migratorio no es reciente ni circunstancial.
Todo lo contrario, es un compromiso antiguo y voluntario que se expresa a través de una política, humanista en su filosofía, global en su contenido, pragmática en su método y responsable en su enfoque.
Nuestra Visión es anticipar el futuro para construir una movilidad ordenada.
Nuestro enfoque consiste en esforzarnos constantemente por lograr un equilibrio saludable entre realismo y voluntarismo; entre los intereses legítimos de los Estados y el respeto de los derechos humanos de los migrantes.
El éxito nacional de este enfoque, que siempre hemos adoptado, llevó a nuestros hermanos africanos a confiarnos el mandato de Líder de la Unión Africana sobre la cuestión migratoria.
La misma culminó en la Agenda Africana para la Migración, adoptada por unanimidad por la Conferencia de la Unión Africana en enero de 2018.
Por lo tanto, es muy natural que Nuestra visión, a escala nacional y continental, converja con Nuestro compromiso internacional, a través del Pacto Mundial.
Tanto la una como el otro, se enmarcan dentro del proceso de constante búsqueda de compromisos innovadores, entre la gestión de las fronteras y la protección de los derechos humanos de los migrantes; entre la migración y el desarrollo.
Ambos tienden hacia la responsabilidad colectiva, la soberanía responsable y el pragmatismo humanista.
Porque, la cuestión migratoria no es, y no debería convertirse en un problema de seguridad.
Con la represión, jamás hay disuasión, ya que por un efecto perverso, desvía las dinámicas migratorias, pero no las para.
La cuestión securitaria no puede obviar los derechos de los migrantes, desde luego inalienables.
En efecto, un migrante no es más humano o menos humano, en función de su ubicación a un lado o a otro de una frontera.
La cuestión de la seguridad no puede seguir pasando por alto las políticas de desarrollo socioeconómico, orientadas hacia la absorción de las causas profundas de las migraciones precarias.
Por último, la cuestión de la seguridad no puede negar la movilidad, más bien la puede convertir en una palanca para el desarrollo sostenible, especialmente en un momento en que la comunidad internacional se emplea en implementar la Agenda 2030.
Excelencias, Señoras y Señores,
Por ahora, el Pacto Mundial es una promesa que la Historia juzgará, por ello, todavía no es el momento de celebrar su éxito.
El reto de esta Conferencia consiste en demostrar que la comunidad internacional opta por una solidaridad responsable.
Por ello, ha de respetar plenamente el derecho soberano de cada uno de sus miembros para fijar y aplicar su propia política migratoria.
Le corresponde, igualmente, demostrar que el multilateralismo no es el partido de la silla vacía, de la deserción y de la indiferencia, sino más bien de las sinergias y del compromiso en el seno de la diferencia.
Así pues, el desafío de esta conferencia consiste en unir, frente a los populismos, juntar, frente al aislacionismo y aportar respuestas estructurantes a un reto importante de nuestra época, mediante el diálogo y la cooperación internacional.
En efecto, ¡ningún país puede lidiar solo con estos desafíos! Sin embargo, si no hay alternativa a la cooperación, tampoco la hay a la acción.
El Pacto Mundial no es un fin en sí mismo, ya que sólo tendrá sentido a través de su implementación efectiva. Por ello, la Conferencia de Marraquech constituye, sobre todo, un llamamiento a la acción.
¡África ya ha respondido a este llamamiento! Porque no quiere quedar al margen.
África no será el objeto del Pacto Mundial, sino más bien un actor, pero un actor central del mismo.
La Agenda Africana para la Migración define su hoja de ruta y ha anticipado, de manera precursora, la importancia que el Pacto Mundial otorga al conocimiento de las dinámicas migratorias.
A este objetivo ha dedicado toda una institución, a saber, el Observatorio Africano de las Migraciones, cuya sede tendrá lugar en el Reino de Marruecos, y que ha sido especialmente apoyado por el Pacto.
Es deseo Nuestro ver el trabajo de este Observatorio multiplicándose mediante la creación de redes con las instituciones similares en otras regiones.
Excelencias, Señoras y Señores,
En cada etapa de las rutas migratorias, en cada grado de integración y en cada nivel de complementariedad entre el desarrollo y la migración, escuchamos la voz de los jóvenes y ofrecemos respuestas a sus necesidades.
Entre el inaceptable laxismo y el insoportable todo por la seguridad, un tanto insoportable, existe una vía que hoy estamos abriendo.
Una vía que opone la soberanía solidaria al nacionalismo excluyente, el multilateralismo al ostracismo y la responsabilidad compartida a la indiferencia institucionalizada.
Porque, en definitiva, de esto se trata, de poner fin al desorden, aportando algo de humanidad al orden.
La página de la Historia que hoy se escribe en Marraquech, honra a la comunidad internacional, colocándola un poco más cerca de un nuevo orden migratorio, más justo y más humano.
Muchas gracias.
Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh".