Conscientes de que su país de acogida atraviesa una de las peores crisis de su historia moderna, algunos marroquíes residentes en España se organizaron para ayudar a sus conciudadanos españoles en este contexto de adversidad causado por la propagación de la pandemia del Coronavirus.
El enemigo es común y es hora de la unidad. Este es el mensaje transmitido por mujeres y jóvenes marroquíes que emprendieron acciones destinadas a reforzar los vínculos de ayuda mutua y convivencia, iniciativas que fueron ampliamente difundidas y aplaudidas por los medios de comunicación locales.
Por ejemplo, la Alianza Internacional Sin Fronteras por los Derechos y Libertades, una ONG que cuenta con la participación de unas 90 mujeres marroquíes en Tarragona, en la Comunidad Autónoma de Cataluña, tuvo la idea de fabricar y distribuir mascarillas de protección para los conciudadanos residentes en esta ciudad.
En Bilbao, un grupo de jóvenes marroquíes contribuye al esfuerzo colectivo de gestión de esta crisis repartiendo gratuitamente compras a domicilio para las personas mayores y para los más vulnerables en un barrio de la ciudad vasca.
Lejos de Bilbao, pero siempre en España y específicamente en Manacor, en las Islas Baleares, los ciudadanos marroquíes proporcionan incluso una ayuda financiera a los más desfavorecidos. Utilizan las redes sociales para ofrecer sus servicios a quienes se encontraron en una situación económica precaria tras el cierre de comercios y la suspensión de actividades no esenciales.
De esta manera, estos marroquíes contribuyen al esfuerzo colectivo para combatir la pandemia y dan un buen ejemplo de solidaridad y convivencia.