Durante este período, se registraron varios tipos de delitos, a saber, caza al margen del calendario reglamentario, caza con medios prohibidos, caza nocturna, caza en reservas y caza de especies protegidas, indica el Ministerio en un comunicado.
La movilización y la vigilancia de los agentes forestales, apoyados por varias asociaciones de protección del patrimonio natural, han permitido reprimir varios actos de caza. Se registraron 49 infracciones con la incautación de 16 armas de caza.
Así, se han iniciado procedimientos judiciales contra los autores de varios actos, entre ellos cuatro personas que utilizaban perros de caza en una reserva, que fueron interceptados el 31 de marzo por agentes de Aguas y Bosques de Marrakech, a raíz de una llamada telefónica que denunció este acto ilegal, así como la incautación de dos armas de caza, pertenecientes a dos cazadores furtivos, por agentes de Aguas y Bosques del Centro de Conservación y Desarrollo de los Recursos Forestales de Tifelt.
Cabe destacar que Marruecos posee una importante riqueza faunística que permite obtener ingresos en beneficio de las poblaciones locales a través del ecoturismo, el turismo de visión, la caza organizada y la valorización de los productos de terruño.
Aunque la situación de la caza furtiva en Marruecos está muy controlada, la protección de la biodiversidad en general sigue siendo una preocupación nacional que requiere una mayor vigilancia y un compromiso colectivo.