"¿Qué pasaría si Europa, deseosa de reducir su dependencia de Asia, se volviera hacia Marruecos? La idea hace soñar a los grandes capitanes de la industria marroquí. Con sólo 14 km de mar que le separan de España, el Reino se ve a sí mismo convirtiéndose en una base de retaguardia industrial de Europa", indica el diario en un artículo publicado en su sección "África", bajo el título "Marruecos sueña con convertirse en un centro industrial a las puertas de Europa".
Según el periódico, que cita al economista marroquí Najib Akesbi, "Europa no puede relocalizar todo. Pero una relocalización en la región de Europa-Mediterráneo sería una buena conciliación entre los bajos costos de la lejanía y los altísimos costos de la proximidad".
Esta relocalización representaría una "oportunidad única" para el país de impulsar su industria, añade Le Monde, señalando que Rabat lleva varios años intentando atraer a grandes fabricantes internacionales, con "éxitos" en las industrias aeronáutica y automovilística.
"Marruecos, con unos sesenta acuerdos de libre comercio, especialmente con Europa y Estados Unidos, dispone de activos que pueden utilizarse para atraer a operadores extranjeros", agrega el diario galo, afirmando que la posición del Reino le permite acortar los circuitos logísticos con la Unión Europea y reducir la huella de carbono.
Por otra parte, el diario destaca la reacción de las autoridades marroquíes ante la crisis sanitaria del Coronavirus, asegurando que "poco afectado, Marruecos ha sorprendido por su gestión de la crisis”.
"Mientras que sus vecinos europeos, encabezados por Francia, se enfrentaban a la escasez de máscaras, decenas de fábricas textiles marroquíes se lanzaron, a partir de marzo, en la producción de más de diez millones de unidades diarias, vendidas por sólo 7 céntimos de euro cada una, parte de las cuales se exportan ahora", explica el diario.
Paralelamente, los ingenieros aeronáuticos marroquíes lanzaron la producción de quinientos respiradores artificiales "Made in Morocco" y en dos meses se presentaron una veintena de solicitudes de patente de invenciones en el ámbito de la salud y de las nuevas tecnologías para luchar contra el Covid-19, subraya Le Monde.
En el mismo contexto, el periódico parisino destaca que los grandes mandatarios ya hablan de contratos con Europa en el ámbito de la electrónica, la ingeniería biomédica o la industria farmacéutica.