En una rueda de prensa celebrada por el ministro de Educación Nacional, Formación Profesional, Enseñanza Superior e Investigación Científica, portavoz del Gobierno, Saaid Amzazi, al final del Consejo de Gobierno, Bourita subrayó que Marruecos había pedido desde cinco días a Amnistía Internacional que le facilitara esas pruebas, pero la organización no ha presentado ninguna respuesta hasta la fecha, señalando que el Reino no puede aceptar las alegaciones contenidas en el informe sin pruebas claras.
Añadió, durante esta rueda de prensa en la que también participó el ministro de Estado para los Derechos Humanos y las Relaciones con el Parlamento, Mustapha Ramid, que esta organización tendrá que asumir su responsabilidad si no dispone de las pruebas necesarias, y tendrá que dejar de adoptar este enfoque que se basa únicamente en la difamación sin pruebas.
"Si esta organización no quiere proporcionar a Marruecos las pruebas que respalden su informe, tendrá que presentarlos al mundo en una conferencia de prensa", insistió Bourita, señalando que es posible probar lo que esta organización pretende sobre la infiltración del teléfono móvil de un periodista en prácticas y de manera científica recurriendo a los laboratorios especializados.
Bourita también señaló que el Reino cuenta con instituciones nacionales que operan en este ámbito, en particular el Centro de Vigilancia, Detección y Respuesta a los Ataques Informáticos que depende de la Dirección General de Seguridad de los Sistemas de Información, y señaló que este centro ya ha emitido cinco avisos a todos los ciudadanos marroquíes advirtiéndoles de la posibilidad de explotar sus teléfonos inteligentes, en particular a través de los sistemas a los que se refiere la organización.
El responsable afirmó además que lo que está sucediendo actualmente se suma al tratamiento "no profesional" que Amnistía Internacional ha dispensado a Marruecos desde años mediante su focalización continua y sistemática en el Reino a través de los informes y datos publicados por esta organización, señalando que en el primer semestre de este año se publicaron nueve informes relativos a Marruecos y que desde 2016 hasta hoy en día se han publicado 72 documentos sobre el Reino, además de las campañas internacionales y mediáticas contra él.
También afirmó la apertura continua de Marruecos a las organizaciones internacionales, tanto gubernamentales como no gubernamentales, subrayando que el Reino exige que esas organizaciones trabajen con profesionalismo y credibilidad y que elaboren sus informes en el marco de un diálogo y sobre la base de procedimientos, pruebas y cuestiones claras y concretas.
Bourita reiteró, en este contexto, el rechazo de Marruecos al método con el que trabaja Amnistía Internacional en relación con los casos que concierne al Reino, "porque nunca interactúa con las autoridades marroquíes y sus fuentes son siempre anónimas, además del recurso a la difamación mediática antes de la publicación de cada informe".
El ministro indica que Marruecos se dio cuenta de ello en 2014 durante la campaña lanzada por esta organización contra la tortura, como lo observa hoy después de que un informe se elaborara sin ninguna interacción con el Gobierno marroquí y se publicara en diversos medios de comunicación con el fin de dañar la reputación y la imagen del país.