Marruecos debe aprovechar estas oportunidades para invertir en este sector energético innovador y posicionarse como "socio estratégico de Europa", subrayó Berahab en una entrevista a la MAP, señalando que esto requeriría, entre otras cosas, "un rápido aumento" de las competencias para industrializar los procesos, así como "un acercamiento a los actores internacionales de referencia".
La economista citó en este sentido muchas acciones llevadas a cabo por Marruecos para el desarrollo de este sector energético como la creación de la Comisión Nacional del Hidrógeno Verde, que reúne a actores públicos y privados, el lanzamiento de un estudio para la elaboración de la hoja de ruta del hidrógeno verde, así como la elaboración de un programa integrado para la producción de amoníaco verde, mediante la redistribución de la energía renovable.
En los últimos años, Marruecos se posicionó como actor clave en el sector de la energía renovable en África, reafirmó, poniendo de relieve la aparición de otras tecnologías, como las cadenas de producción construidas en torno al hidrógeno, comúnmente conocidas como "Power To X", que, según ella, ofrecen una excelente alternativa a los combustibles fósiles, en particular en el sector del transporte.
Dotado de importantes recursos de energía renovable, Marruecos adoptó en 2009, años antes del inicio de la crisis sanitaria, una estrategia energética nacional como hoja de ruta para la transición hacia un sistema energético con bajas emisiones de carbono que concilie el desarrollo económico con los objetivos sociales y medioambientales, sostuvo.